Comenzó despedida de las víctimas
El joven pescador fue sepultado este jueves en el corregimiento de Puebloviejo Gobernación declaró calamidad pública para apoyar a víctimas del accidente.
En el cementerio de Tasajera, ubicado en el barrio La 40 del corregimiento, se realizaron este jueves los primeros sepelios de los fallecidos de la explosión del camión cisterna. En medio del dolor de sus familiares y amigos, a quienes aún les cuesta creer lo sucedido, fue despedido James Alberto Carbonó Mendoza, de 21 años. Horas más tarde se cumplieron las exequias de Albert Ariza, de 26 años, quien dejó tres hijos. Uno de sus hermanos también murió en este hecho.
Con resignación y aún incrédulos ante lo sucedido, los familiares de James Alberto Carbonó Mendoza le dieron el último adiós, tras su fallecimiento como resultado de las quemaduras que sufrió en el 90 por ciento de su cuerpo, durante el incendio de un carro cisterna la mañana del lunes, en Tasajera.
Su padre, que tiene su mismo nombre, recordaba sollozante ante el féretro las palabras que la noche anterior a la tragedia le dijo, cuando lo visitó en su rancho del barrio Adonai: “Papi, mañana me voy a rebuscar temprano”.
Lo que jamás pensó era que su hijo, en una forma poco sensata del rebusque, encontraría la muerte. “Cuando me dijeron que él había quedado herido en la explosión del carro no lo podía creer”, anotó.
“Esta tragedia me ha partido el corazón”, dijo su madre, Mercedes Maldonado. Y aunque reconoció que hubo imprudencia de las personas que se agolparon alrededor del camión cisterna, expresó que “la policía debió intervenir para evitar que lo hicieran”.
EL TRISTE ADIÓS. El sepelio partió del barrio Adonai, donde el joven, de 21 años, vivía con su mujer Angie, con quien soñaba tener un hijo, pues ya habían perdido uno en la gestación. Horas antes, sus amigos protestaron sobre la Troncal del Caribe, por el olvido a que el Gobierno nacional tiene sometido a Tasajera.
En una pancarta plasmaron un mensaje que reflejaba el inconformismo que sienten por la desidia y orfandad oficial. “James representa el hijo del pescador abandonado por el Estado”, se leía.
“Nos unimos al dolor que hoy embarga a su familia y pedimos a todos sus coterráneos unirnos en oración para despedir a este muchacho que nos deja un gran vacío”, dijo el alcalde Fabián Obispo, quien acompañó el sepelio.
El joven había sido remitido al hospital Universitario Julio Méndez Barreneche, de Santa Marta, y de allí trasladado a la Clínica Reina Catalina, de Barranquilla, en donde dejó de existir.
RESPONSABLE Y TRABAJADOR. James Alberto Carbonó había nacido en el hogar formado por James y Mercedes. Era el único varón de una prole en la que hay cuatro mujeres. Solía acompañar a su padre en las faenas de pesca en la Ciénaga Grande de Santa Marta, pero igualmente se rebuscaba en el mercadito del pueblo, pues se caracterizaba por ser una persona responsable.
Era tan consciente de su compromiso y deberes, que el día de la tragedia, con su cuerpo quemado, cuando era trasladado al hospital San Cristóbal, de Ciénaga, se detuvo para entregarle la billetera a un amigo, a quien le dijo: “Ahí hay $12.000, llévaselos a Angie (su mujer)”.
James, el padre, manifestó que su hijo era un buen muchacho al que le gustaba el fútbol. “También era un buen amigo”, precisó. El compungido papá llamó la atención de los jóvenes de Tasajera, a quienes exhortó a no hacer más lo que sin medir las consecuencias hicieron luego de accidentarse el vehículo, y manifestó que esto debe quedar como experiencia.
“Hay que tomar conciencia para que esto no vuelva a ocurrir”, puntualizó.
CALAMIDAD PÚBLICA. El gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, decretó la calamidad pública en la noche de este jueves, acción que le permitirá tomar medidas administrativas, financieras y operativas para apoyar a las víctimas del accidente en Tasajera. El Consejo Departamental de Gestión del Riesgo aprobó de manera unánime la declaratoria por un mes, en el que se trabajará en siete puntos clave. Priorizar la atención en salud a los heridos, apoyo funerario a las víctimas, ayuda psicosocial a los familiares; transporte de pacientes, cadáveres y familiares, al igual que alojamiento y alimentación a los acompañantes de las personas hospitalizadas. De igual forma la entrega de mercados humanitarios a las víctimas y sus familias; la recuperación de los medios de vida para las familias de Tasajera y la capacitación y prevención de riesgos en el municipio de Puebloviejo.