¿Tendremos Niña?
El 9 de julio el Centro de Predicción Climática de los Estados Unidos (CPC) emitió un primer nivel de alerta (Niña Watch), lo que significa que el pronóstico favorece el desarrollo de condiciones para La Niña dentro de los próximos seis meses, y por ello se establece un estado de “vigilancia” de posible ocurrencia del fenómeno.
Hacia final de junio pasado, la Oficina de Meteorología de Australia ya había elevado su reloj de alerta, al mismo nivel al que lo ha hecho el CPC, advirtiendo la posibilidad de formación de Niña durante la primavera del hemisferio sur.
En primer lugar, debe quedar claro que La Niña es un fenómeno que se produce en el Pacífico tropical, es decir que se origina en aguas de dicho océano, siendo necesaria para ello que exista un acoplamiento entre lo oceánico y lo atmosférico. Tal vez el indicador más reconocido es la temperatura superficial del mar en términos de anomalías,esdecirquétanfríaha estadoelaguaenrelacióncon del mar. Hace un poco más una condición normal. de dos meses prevalecían
Cuando se presenta un aguas ligeramente cálidas, enfriamiento del océano durante mientras que a hoy se presenta al menos cinco meses una condición un poco seguidos, y a ello se suma la fría, especialmente hacia persistencia de vientos del el centro-oriente del Pacífico Estefortalecidos,esmuyprobablequeelfenómenoseesté tropical. Sobre esa misma zona, desde comienzo desarrollando. Una “Niña” de mayo de 2020, los vientos normalmenteocasionaexcesosdeprecipitaciónespecialmente alisios han presentado un comportamiento persistente en regiones Andina, del Este. Caribe y Pacífica; su señal no Consistente con lo anterior, es tan clara en el oriente del los modelos vienen señalando territorio nacional. una mayor probabilidad
Pero, ¿qué ha suscitado el que se pueda presentar un estado de “vigilancia” por fenómeno Niña en el último parte de esos referentes trimestre de 2020, es decir internacionales? entre octubre y diciembre.
Un cambio abrupto de la Sin embargo, es prematuro temperatura superficial aseverar que se va a presentar el fenómeno, pues aunque el Pacífico se ha enfriado un poco, hay zonas en donde aún se presentan condiciones neutrales. Lo anterior sugiere monitoreo y seguimiento continuo a las variables que definen su ocurrencia y a los diferentes indicadores con los que se establezcan señales de persistencia en el acoplamiento océano-atmósfera.
Por ahora, las ondas tropicales mantienen una frecuencia notoria en la actual temporada,siendodelasmás activas en las últimas décadas. Esta condición seguirá favoreciendo humedad en el país, lo que mantendría una mayor frecuencia de días lluviosos con algunos eventos quepuedensersignificativos. Será muy importante ese seguimiento a los acumulados de lluvia que puedan presentarse entre julio y septiembre, pues bien es sabido que octubre y noviembre son los meses más lluviosos del año en muchas partes del país.
Ante el panorama actual de ondas,seguiremosmanteniendo suelos con importantes niveles de humedad; la segunda temporadadelluvias,conNiña o sin Niña, puede exacerbar la condiciónderiesgoendiversas zonasdelterritorionacional.El país debe seguir trabajando en prevención!