Tasajera, historia de una exclusión perenne
El municipio ha vivido por años en la peor marginalidad y abandono por parte del Estado ➲ Las estadísticas del ente territorial no se compadecen con su posición geográfica.
Puebloviejo es quizás el municipio que más pobreza y necesidades básicas insatisfechas tiene en el Magdalena, pero, paradójicamente, su extraordinaria ubicación geográfica no se compadece con su paquidérmico desarrollo. Estacionado sobre una troncal, bañada por la Ciénaga y el mar Caribe, increíblemente se encuentra a espaldas del progreso.
Para el sociólogo cienaguero Carlos Payares, este municipio ha estado en condiciones infrahumanas durante toda su existencia, siendo relegado por la desidia y orfandad oficial, en donde “las castas familiares” que han gobernado el Magdalena no le han prestado la atención debida, “excepto en épocas electorales”.
“De lo que se trata es de una pobreza inveterada o ancestral, a pesar de estar ubicado en un corredor turístico-comercial entre las ciudades de Barranquilla y Santa Marta”, anotó.
Considera este estudioso de la sociedad, y de los fenómenos colectivos producidos por el hombre en el contexto histórico cultural, que la indisciplina social o el vandalismo de los que muchos hablan tienen su base material o estructural en la pobreza.
“Nada distinto puede esperarse de personas que han vivido por años en la peor marginalidad y abandono por parte del Estado”, enfatizó.
Indicó que lo que pasó en Tasajera con el camión cisterna es un comportamiento “indeseado”, que se debe entender “solo a partir de una mirada voluntarista que responsabiliza a quienes a la larga son las víctimas de una impagable deuda histórica, en todos los órdenes o niveles de la sociedad”.
CIFRAS QUE PREOCUPAN. Según el DANE, Puebloviejo tiene 33 mil habitantes, siendo los de 0 a 14 años quienes representan el 40 por ciento de la población. El registro de analfabetismo es de 26,9% frente a un 15,6% del Departamento y de la Región Caribe.
El DNP reporta que la cobertura total del acueducto es de 52,1%, frente al 68,3% del Departamento y el 71,0% de la Región Caribe; mientras que el alcantarillado, si acaso, llega al 1% (en la zona rural es de 0,64% y en la zona urbana de 0,44%). Por esto, como solución a la carencia de una red de alcantarillado la comunidad recurre al uso de pozos sépticos o letrinas.
En el 49% de los hogares de este municipio viven hasta tres o más familias, generando un hacinamiento crítico. Las viviendas en su mayoría están hechas de materiales temporales, sin ningún tipo de división que permita delimitar zonas de habitación, cocina o baño.
El alcalde Fabián Obispo Borja sostiene que, además de las penosas cifras anteriores, los recursos con que cuenta el ente territorial son exiguos. El presupuesto para la vigencia es de $26 mil millones, de los cuales $20 mil millones se destinan para salud y $6 mil millones para inversión, pero con destinación específica (educación, agua potable, cultura y deporte). “Son dineros que no podemos utilizar para otra cosa”, anotó.
Además, tienen un crédito que asciende a los 1.300 millones de pesos, uno para agua potable por el que descuentan 600 millones anuales y otro para obras en unos colegios que restan $700 millones.
“Esto merma los recursos para atender necesidades, por eso el llamado al presidente Iván Duque es que nos apoye, porque con los recursos del municipio no se resuelven problemas coyunturales”, precisó.
Los ingresos este año prácticamente no se mueven, pues por la pandemia ni el predial ni el Industria y Comercio han tenido demanda.
El mandatario planteará la posibilidad de que el peaje aporte una tasa de 50 pesos por vehículo, cuyo recaudo se destine para vivienda u otra necesidad apremiante.
Las regalías son cada dos años, por $2,800 millones, y se obtienen por ser un municipio no productor.
MENOS DISCURSO: CAICEDO. El gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, quien sostuvo que la tragedia de Tasajera le “partió el alma”, manifestó que ese hecho luctuoso “puso en evidencia este cuadro dramático en materia socioeconómica”. “Esto que pasó desnudó los altos niveles de pobreza del municipio, donde la población acude a formas desesperadas de subsistencia”, indicó.
Señaló que “hay responsables históricamente hablando” y añadió que “se debe evaluar por qué hay tanta pobreza acumulada en un territorio que está frente al mar Caribe y una ciénaga rica en biodiversidad y entre dos ciudades capitales del Caribe”.
CAMBIAR DE MENTALIDAD. El congresista José Pinedo anotó que la tragedia ocurrida “refleja la necesidad de la construcción de la segunda calzada en la vía Ciénaga – Barranquilla para garantizar la seguridad en el transporte de carga y pasajeros”, y añadió que a la vez “deja al descubierto que el patrón comportamental de muchos de los habitantes de esta población es una consecuencia de la falta de oportunidades y el olvido generacional al que han sido sometidos por el Estado”,
“Este momento trágico debe aprovecharse para tomar decisiones acertadas en torno al mejor estar de los puebloviejeros ”, manifestó.