“Este es uno de los momentos más retadores”
En diálogo con EL HERALDO, la presidente de la empresa minera conversó sobre la situación que vive la firma, por la cual estima incumplir con la meta de producción para fin de año.
En entrevista con EL HERALDO, Claudia Bejarano, presidente de Cerrejón, habló sobre el panorama que vive la empresa por la huelga general y el golpe de la pandemia al mercado del carbón.
Cuando van 21 días de haberse iniciado la huelga en Cerrejón, EL HERALDO habló con la presidente Claudia Bejarano, quien dijo que por la pandemia la meta de exportación bajó de 26 a 20 millones de toneladas de carbón a exportar para finales de año, pero que ahora no saben si esta se cumplirá. Asegura además que la condición del cambio de turno en las conversaciones con Sintracarbón no es negociable, ya que se implementó para asegurar la sostenibilidad de la empresa, lo cual considera es la mejor forma de aportar al desarrollo de La Guajira.
P ¿Cuáles actividades se están desarrollando en Cerrejón actualmente en medio de la huelga?
R Desde el inicio de la huelga la compañía puso en marcha el plan de contingencia, el cual contiene las actividades imprescindibles que deben realizarse durante el cese de operaciones, para preservar los equipos e instalaciones. Dentro de estas actividades está el control y operación de estaciones de bombeo, monitoreo y chequeo de taludes; inspecciones diarias de equipos e instalaciones en mina, línea férrea y puerto; operación y mantenimiento de las plantas de agua.
P ¿Qué está dispuesta a hacer la empresa para llegar a un acuerdo?
R En primer lugar, hay que recordar que en los primeros seis meses del año hemos perdido más de $368.000 millones como resultado de la reducción de la demanda y una caída drástica de los precios del carbón, todo agudizado por la crisis de la Covid-19. Sin embargo, aun en esta situación crítica, Cerrejón está abierta a negociar en forma directa con Sintracarbón los puntos incluidos en el pliego de peticiones del sindicato y la denuncia de la compañía, en un ambiente de respeto mutuo. La oferta presentada por Cerrejón mantiene beneficios excelentes. Destacan un plan de medicina prepagada que cobija a más de 20.000 personas (trabajadores y familiares directos); auxilios universitarios de más de $11,6 millones por semestre, para hijos de trabajadores; préstamos de vivienda con tasas de interés considerablemente inferiores al mercado; y hasta cinco primas extralegales, entre otros muchos.
La suma de todos los beneficios, convencionales y no convencionales, supera los $174.000 millones. Esta cantidad supera el monto que estimamos recibirá ahora La Guajira con la aplicación de la reforma del Sistema General de Regalías.
El cambio de turno no es negociable. Es una decisión de la empresa que es necesaria para asegurar la supervivencia de la compañía y que forma parte de un conjunto de otras ya implementadas. Lo que plantea Sintracarbón en sus exigencias desconoce el riesgo de la pérdida de empleos de más de 10.000 trabajadores.
P ¿Siente que llegó en el peor momento de la empresa?
R Llevo más de 30 años en Cerrejón y este, sin duda, es uno de los momentos más retadores. Nos enfrentamos a un sostenido deterioro del mercado del carbón que, si no nos transformamos, puede conducir a la desaparición de 10.000 puestos de trabajo, con el consiguiente impacto para el país y La Guajira.
A esto le puedes sumar una huelga, un derecho de los trabajadores que respetamos, pero que pone a la compañía en una situación aún más grave.
Tenemos que trabajar para que Cerrejón sea económicamente viable. Desde finales de 2019 venimos implementando un plan de transformación gracias a diferentes medidas para asegurar la sostenibilidad de la compañía en el corto, mediano y largo plazo. La implementación del nuevo turno de trabajo es una iniciativa más.
P ¿Qué planes tenía y cuáles cree que se puedan cumplir?
R Para 2020, teníamos proyectada una meta inicial de alrededor de 26 millones de toneladas, que tuvimos que ajustar a 20 millones de toneladas por impacto de la pandemia. Ahora con la huelga este volumen no será alcanzable y hoy no sabemos cuál será su impacto.
El reto actual que tenemos todos es asegurar la supervivencia de Cerrejón porque es la mejor forma de aportar al desarrollo de nuestros trabajadores, sus familias, las comunidades, La Guajira y el país.