Barajan hipótesis en homicidio de mujer en Baranoa
Allegados a Madeleine Montes aseguraron que no tenía problemas Caribe Afirmativo pidió a Fiscalía tener en cuenta orientación sexual.
Para Carlos Bello Jiménez, el homicidio de la madre de sus hijos es algo “muy extraño”. Desde que su hijo menor le tocó la puerta de su habitación gritando que algo le había ocurrido a Madeleine Montes Castillo, el hombre empezó a sopesar todas las razones por las que pudieron haber atentado contra su vida a las 8:30 de la noche de este martes.
“Si la hubiesen amenazado o extorsionado, ella nos dice. Tampoco fue atraco, porque ella quedó con la plata en la mano. No tenía problemas. Eso fue por envidia o por algún tema sentimental. Ahora mismo cualquiera mata por $100.000. La vida de uno no vale nada”, pensó en voz alta Bello, estando de pie justo en la esquina del estadero Black & White, donde acabaron con la vida de Madeleine.
Según explicó el hombre a EL HERALDO, el éxito empresarial de su expareja y socia pudo haber sido un detonador del ataque. De hecho, recordó que al momento del crimen Madeleine estaba en el local tratando de explicarle a un empleado cómo quería que pintaran el letrero para “renovarlo”.
“Ella estaba sentada con la muchacha con la que vive, cuando llegó el tipo a matarla. Como a dos metros, le dispara. Un tiro en la cabeza, otro en el pecho”, dijo el hombre, indicando que en la pared quedaron orificios de bala.
Aclaró que la teoría de que el homicidio fue por un asunto personal es apenas una vaga hipótesis, pues él y sus hijos no saben por qué ocurrió el crimen.
“Estamos gringos con eso. Somos unidos, pero ella nunca dijo nada de problemas. Estamos pensando que es como envidia, porque parece mentira, pero la gente habla y se pueden juntar dos o tres a decir ‘vamos a quitar a esa vieja del medio’”, afirmó Bello.
Por otro lado, dijo que no tenía conocimiento de que Madeleine Montes hubiese estado siendo víctima de extorsión en la actualidad, pero que alrededor de cuatro años atrás sí había recibido llamadas extorsivas.
En ese entonces, contó, no se hicieron los pagos de las extorsiones, sino que de inmediato contactaron a la Policía para hacer seguimiento a las llamadas, las cuales identificaron que venían de Valledupar y hubo una captura. QUE NO SE DESCARTE EL PREJUICIO. La organización defensora de los derechos de las personas Lgbti Caribe Afirmativo lamentó el crimen y pidió a las autoridades que se tuviera en cuenta en las investigaciones la orientación sexual de la víctima.
Para Wilson Castañeda, director de la organización, la hipótesis de prejuicio en el crimen no debe ser descartada a simple vista, pues la occisa era una “mujer abiertamente lesbiana”.
Explicó que “es posible establecer la presencia de predeterminación en la selección de las víctimas, pues no se agredieron a los testigos y la única que resultó amenazada con el arma de fuego era su compañera sentimental, también una mujer sexualmente diversa”.
“Nos preocupa porque justo la alerta temprana que emitió la Defensoría del Pueblo hace un mes tenía que ver con la vulnerabilidad de las personas Lgbti. Incluso la Defensoría habló de grupos delincuenciales y criminales que están generando violencia contra estas personas”, agregó.
Finalmente, dijo que las cifras de crímenes contra personas sexualmente diversas en la región son “alarmantes”, pues de los 25 homicidios de personas Lgbti registrados este año en la región Caribe, con Madeleine son ocho las mujeres lesbianas afectadas, y de esos cuatro han ocurrido en el Atlántico.