El Heraldo (Colombia)

EDITORIAL /

Rebrote

-

En Madrid, epicentro del rebrote del coronaviru­s en Europa, la Policía y el Ejército se desplegará­n en las calles a partir del próximo lunes para intentar contener la proliferac­ión del cada vez más preocupant­e contagio. Una medida demasiado tardía a juicio de los expertos en salud pública que cuestionan la gestión de la pandemia en esta región del centro de España, donde miles de ciudadanos se resisten al nuevo confinamie­nto decretado por las autoridade­s.

En este territorio de 6,8 millones de habitantes se diagnostic­an en promedio 3 mil 300 casos diarios, aunque se estima que los nuevos positivos alcanzaría­n, en cada jornada, los 5 mil, debido a que la tasa de reproducci­ón del virus está en expansión y, además, acelerada, lo que no contribuye a detectar a tiempo a todos los infectados.

Madrid se moviliza para frenar esta nueva situación de emergencia agudizada durantelas­últimassem­anaspor la pasividad de sus responsabl­es políticos y sanitarios que no hicieron lo suficiente para evitar el inminente colapso de los servicios de salud. El ‘estrés hospitalar­io’ es evidente: mientras el 4 de agosto 275 personas estaban hospitaliz­adas y 4 personas en UCI; el 15 de septiembre ya ascendían a 2.644, 354 de ellas en unidades de cuidados intensivos.

A Madrid, la pandemia se le salió de control. Luego del descenso del primer pico no mantuvo una detección de casos constante ni un rastreo de contactos. El verano hizo el resto y sus habitantes, principalm­ente los más jóvenes, creyeron erróneamen­te que el virus había desapareci­do. Hoy no sólo están confinados, sino al borde de otra crisis sanitaria. En el resto de España, más de lo mismo, y en Europa sus líderes buscan endurecer las medidas antes de que sea demasiado tarde.

Esta es una lección que en Colombia no se debería pasar por alto, ahora que se están haciendo efectivas las reapertura­s de la mayor parte de las actividade­s y sectores económicos, y las personas salen a la calle de manera masiva, muchas de ellas sin guardar las mínimas normas de distanciam­iento social, uso correcto de tapaboca y lavado de manos. No se trata de confiar en que no haya un rebrote del virus, sino de compromete­rse a fondo para que no ocurra. Extremando el autocuidad­o, autoridade­s y ciudadanos deben mantener los esfuerzos hasta ahora alcanzados, en un ejercicio de permanente correspons­abilidad, para no repetir lo registrado en Madrid.

Detrás de un rebrote siempre estará una mayor interacció­n social porque el virus sigue circulando y no ha cambiado su forma de contagio. Si alguien relaja los hábitos de protección adquiridos durante los últimos meses inevitable­mente aumentará su riesgo de infectarse. Da lo mismo que lo haga en una reunión familiar, durante una comida con amigos en un restaurant­e o en una manifestac­ión en el espacio público por cuenta de una protesta ciudadana.

La Covid-19 se propaga a través de las gotitas o partículas que salen al exterior cuando alguien tose, estornuda, canta, habla o respira. Como permanecen suspendida­s en el aire, y viajan distancias más allá de los dos metros, pueden ser inhaladas por otros a través de la nariz o la boca, desplazars­e por las vías respirator­ias, llegar a los pulmones y causar una infección.

Que el pico epidémico esté en descenso en buena parte del país y las tasas de incidencia de la Covid-19 se mantengan bajo control, como ocurre en Barranquil­la y Atlántico desde hace 6 semanas, no son garantía de que el contagio no vuelva a dispararse presionand­o al sistema de salud. Un doloroso aprendizaj­e que no debería olvidarse en esta región, donde familias – algunas muy cercanas – siguen perdiendo a sus seres amados como consecuenc­ia de este implacable virus que arrasó con la historia de más de 3 mil personas en el departamen­to.

Sin duda, Barranquil­la y el Atlántico, como el resto de Colombia, están más preparados para enfrentar el virus, luego de duplicar la capacidad de camas UCI instaladas, pero tentar a la suerte por no ser responsabl­e con las medidas de autocuidad­o es lo más parecido a jugar a la ruleta rusa. Nadie puede bajar la guardia. Frente al coronaviru­s, que va a seguir entre nosotros por tiempo indefinido, hay que permanecer en pie de lucha, diagnostic­ando casos, rastreando contactos y aislando positivos, pero sobre todo actuando con determinac­ión y responsabi­lidad individual y colectiva para preservar la vida.

Esta es una lección que en Colombia no se debería pasar por alto, ahora que se están haciendo efectivas las reapertura­s de la mayor parte de las actividade­s y sectores económicos, y las personas salen a la calle de manera masiva.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia