Fútbol, citas y fraude
Apesar de trabajar hace muchos años en una institución donde la internacionalización es un pilar de su plataforma estratégica y que se materializa año tras año en diversas actividades, debo reconocer que solo hasta esta semana me enteré de la existencia de la “Regia Università Italiana” para extranjeros. Esta universidad, ya casi centenaria, nació durante el mandato del movimiento nacionalista con una clara intención de promocionar la “superioridad de la cultura italiana en el mundo”. En la actualidad ofrece cursos de lengua y cultura italiana, que incluyen certificados oficiales de suficiencia en el dominio del idioma. En su página web declara ser un centro de intercambio cultural para estudiantes de todo el planeta, que inmersos en la ciudad de Perugia, aprenden con mayor facilidad la lengua local, en medio de una antigua y majestuosa sede que incrementa el valor cultural de la experiencia internacional.
Lamentablemente no me aproximé a conocer la universidad italiana por algunas de las virtudes descritas, sino por el escándalo de fraude que ha sacudido el planeta fútbol. El delantero uruguayo, Luis Suárez, presentó a la Serie A – Liga Italiana, el examen de suficiencia en el dominio del italiano que presuntamente realizó en la institución educativa en mención, como requisito indispensable para otorgarle la ciudadanía de ese país, y con ella poder jugar como ciudadano europeo evitando ocupar una plaza como extracomunitario.
Los medios han informado que la universidad estaba siendo investigada por fraudes en dichas pruebas, pues al parecer desde la dependencia que las aplica se concertaba de antemano con el aspirante el resultado de la evaluación. “Suárez solo sabe de italiano las preguntas que le hicieron en el examen y que conocía antes de presentarse a evaluación”, expresó uno de los oficiales a cargo de la investigación. No está aún clara la motivación, pero todo parece indicar que se debió a intereses personales centrados en la pasión por el deporte y la cercanía que la ayuda generaría con el ídolo goleador.
Por este lado del planeta otra noticia de fraude sacude a la academia. La editorial IOP Publishing retiró de sus bases de datos, cerca de dos docenas de artículos científicos de investigadores colombianos, porque según ella en esos trabajos existen claras evidencias de plagio y manipulación de citas. Textos originalmente publicados en español fueron traducidos y presentados, con alteración de autores y de citaciones, como originales en inglés. Lo anterior extiende un lamentable manto de duda sobre la calidad de la investigación realizada por los implicados y por supuesto, de los reconocimientos que han alcanzado.
Son dos instituciones distantes geográficamente que se ven afectadas por el comportamiento ilegal, alejado de la ética, de algunos de sus funcionarios. Es deseable que las investigaciones muestren la realidad de los hechos y que se compruebe lo que inicialmente se sospecha como causa: intereses personales separados de la institucionalidad.
Mucho trabajo y esfuerzo se ha necesitado durante siglos para que las instituciones universitarias se acepten como faros que conducen a la humanidad. Como sociedad debemos velar por que ese papel se mantenga, más aún en momentos de crisis como el que transitamos.