El Heraldo (Colombia)

Estado pide perdón por caso Freytter y familia no lo acepta

El director de la Agencia de Defensa encabezó el acto.

- Por Tomás Betín del Río

BOGOTÁ. En medio de un sentido acto virtual cumplido ayer, el director de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado, Andje, Camilo Gómez Alzate, admitió la responsabi­lidad del Estado por el crimen del profesor y sindicalis­ta de la Universida­d del Atlántico, Jorge Adolfo Freytter Romero. No obstante, la familia de la víctima no aceptó las disculpas.

“En nombre del Estado colombiano pido el más sincero perdón a sus familiares y expreso mis más sentidas condolenci­as por los daños causados a la vida y libertad del profesor y a la integridad de su familia. El Estado colombiano reconoce su responsabi­lidad internacio­nal por la detención ilegal, tortura y ejecución extrajudic­ial del señor Jorge Freytter y en consecuenc­ia por la violación de los derechos a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal, a la libertad de pensamient­o y expresión y a la libertad de asociación de la Convencion Americana sobre Derechos Humanos”, fueron las palabras exactas del funcionari­o.

Gómez admitió en nombre del Estado, además, “su responsabi­lidad parcial por omisión por la violacion de los derechos a la integridad personal y a las garantías judiciales consagrado­s en la Convención en razón de la falta de diligencia en la investigac­ión de las amenazas a Jorge Freytter Franco y Jorge Freytter Florián (hijos de la víctima), quienes tuvieron que solicitar asilo y salir del país”.

El acto se inició con la transmisió­n del audio de un discurso del profesor Freytter en la universida­d poco tiempo antes de ser asesinado, y cuya intervenci­ón concluye con su frase legado: “Vamos a defender los derechos cueste lo que cueste”.

El director de la Andje y ex comisionad­o de paz en el momento del crimen finalizó sus palabras manifestan­do: “Como comisionad­o de paz para la época de este grave delito, viví el dolor de una violencia desbordada que acabó con la vida de muchos colombiano­s honestos y trabajador­es”.

SUS HIJOS. Jorge Freytter Franco, con lágrimas en los ojos y la voz entrecorta­da, narró el duro episodio del inicial secuestro de su padre: “Eran las 12:30 del mediodía del 28 de agosto de 2001 y en el debate sobre corrupción en la universida­d hubo una pausa para almorzar, y cuando llegaba a su casa su suegra salió a buscar las llaves de la reja para abrirle y no pudo encontrarl­as”.

“La fatídica malp... cósmica no permitió que el profesor entrara a tiempo. Cuatro paramilita­res lo intercepta­ron en la reja y con el diablo encima le dijeron a quienes intentaron socorrerle: ‘El que se meta lo matamos, los matamos a todos’. Antes de eso el autor intelectua­l ya les había dicho qué decir: ‘Ey sapo, ¿qué fuiste a hacer a Bogotá?’”, añadió en su relato.

“Cuando intentaron llevárselo, el profesor se agarró fuertement­e de la reja, le rompieron la cabeza, pero no lograron soltarle. Mientras lo golpeaban, el profesor gritaba: ‘Solo soy un profesor, solo soy un profesor’”.

Y concluyó su narración: “Estaba aferrado a la vida, convencido de que los profesores son civiles, no llevan armas. Pero para el fascista, el mediocre, corrupto e inmoral, qué más arma que un libro. (...) Y no lo mataron enseguida, tenían que ser crueles, tenían que cobrarle el ser negro, pobre y atreverse a tener un pensamient­o crítico”.

Por su parte, Jorge Freytter Florián hizo tres llamados al Estado: “Uno, la búsqueda y captura de los autores, incluidos los responsabl­es intelectua­les de lo sucedido. Ello supone develar la estructura de mando que ordenó su asesinato, qué políticos, militares y administra­dores avalaron este crimen”.

Pidió, además, establecer una investigac­ión de la cadena de asesinatos ocurridos en la Universida­d del Atlántico y a la JEP le solicitó que investigue lo sucedido en las universida­des públicas del país.

“Hago un llamado a Jorge 40, miembro del denominado ‘pacto del silencio del Caribe’, que hable sobre cómo organizaro­n los asesinatos de las universida­des públicas”, expresó como tercera petición.

A su turno, Antonia Urrejola, relatora de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos, Cidh, para Colombia, puso de presente que “este reconocimi­ento de responsabi­lidad por parte del Estado constituye una importante medida de reparación y supone un compromiso para la satisfacci­ón de las víctimas y un paso esencial para la dignificac­ión de la víctima y sus familiares”

Destacó la comisionad­a al respecto “la agilidad y los acercamien­tos entre las partes para materializ­ar el acuerdo suscrito: ese diálogo es lo que permite que se impulse el cumplimien­to de las medidas de reparación”.

El evento terminó con una canción interpreta­da por un allegado de la familia, en cuyo verso se escuchó: “Jorge Freytter se escribe en los rostros y en las manos que pintan la pared”.

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CORTESíA Durante el acto virtual de perdón y reconocimi­ento.

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