Trump alarma al Senado por su postura si pierde elecciones
El mandatario dijo que no garantizaba traspaso “pacífico” Fue abucheado en su visita a la capilla ardiente de la jueza Ginsburg.
WASHINGTON. El Senado de EE.UU. subrayó su compromiso con un “traspaso pacífico del poder” si el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, gana las elecciones de noviembre, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se negara a garantizar que cedería el mando sin problemas.
La negativa de Trump a garantizar que aceptaría un “traspaso pacífico” del poder si pierde el 3 de noviembre, expresada durante una rueda de prensa, provocó que numerosos miembros de su partido se distanciaran de esa postura y que el presidente tratara de matizarla, pero sin dar marcha atrás del todo.
“Queremos asegurarnos de que las elecciones se desarrollan de forma honesta, y no estoy seguro de que eso pueda ocurrir”, dijo Trump ayer a los periodistas al abandonar la Casa Blanca rumbo a Carolina del Norte.
Las declaraciones de Trump llevaron al Senado a aprobar por unanimidad una resolución no vinculante en la que la Cámara reafirma “su compromiso con la transición ordenada y pacífica del poder que exige la Constitución de Estados Unidos”.
La portavoz de la Casa
Blanca, Kayleigh McEnany, intentó frenar la polémica al asegurar a los periodistas que Trump “aceptará los resultados de unas elecciones libres y justas”, pero no quiso responder a la pregunta de si se ajustará a ese principio incluso si pierde en noviembre.
El presidente Trump hizo una fugaz visita a la capilla ardiente de la jueza Ginsburg en el Tribunal Supremo, donde permaneció durante un minuto junto a su esposa Melania mientras decenas de personas le abucheaban desde la calle.
“¡Votemos para que se vaya!”, coreaban los ciudadanos que esperaban su turno para acercarse al féretro de la magistrada progresista, que era todo un icono del movimiento feminista.
Trump también anunció en Carolina del Norte un plan de salud titulado “Estados Unidos primero”, pero no llegó a presentar ninguna propuesta legislativa: solo firmó dos decretos diseñados para convencer a los votantes de que confíen en él a pesar de no haber cumplido su promesa de derogar la reforma sanitaria de 2010.
Uno de los decretos declara que Estados Unidos se compromete a proteger la cobertura sanitaria de aquellos ciudadanos que tengan enfermedades preexistentes, y pide al Congreso encontrar una solución para proteger a los estadounidenses frente a facturas médicas sor- presa. EFE