Adiós a Ramón Bacca
El fin de semana pasado murió el escritor Ramón Illán Bacca, a quien conocí en el ámbito académico que compartimos. Admiré su trabajo creativo como narrador, investigador literario y columnista de prensa, de cuyos comentarios ingeniosos y amenos sobre la cultura del Caribe no me perdía. Las humanidades fueron un terreno común para conversar cuando me lo encontraba en los pasillos de la universidad en donde, a partir de un apunte suyo, iniciábamos un intercambio muy variado de opiniones, gracias a su erudición que abundaba en detalles. Siempre tenía una anécdota sobre los personajes de la cultura del mundo ancho y también del provinciano de ayer y de hoy que me hacía sonreír, pues su punto de vista era deliciosamente literario y lleno de humor.
Sus novelas y cuentos son una consagración del narrador caribe que tanto nos identifica. Demostró su espíritu pluralista cuando publicó el libro Había una vez en
Barranquilla (2012), título que tomó de una de mis columnas publicadas en del Caribe de los años 80, que aparece junto con las de otros comentaristas de la época a fin de ilustrar lo que en la prensa de Barranquilla se escribía en páginas editoriales sobre temas culturales. La ciudad, por tanto, fue objeto de sus inquietudes, en especial porque en Escribir en Barranquilla, título de otro de sus libros (1998), recogió varios de sus estudios sobre la literatura local que abarcan desde finales del siglo XIX hasta los años ochenta. Hay dos de ellos que muestran sus pesquisas casi detectivescas sobre Qué se lee en Barranquilla, fechado uno en 1987 y otro en 1997, que resultan interesantes para pulsar los cambios culturales. Si la lectura, como en un espejo, puede ser un reflejo de lo que se escribe, se podrá comprobar, de la mano de Ramón, que las ventas de los libros de autoayuda y superación personal seguían redoblando con creces a los de escritores literarios.
Entre un estudio y otro, se evidencia que no se habían dado cambios notables en los hábitos del lector barranquillero. ¿Qué ha pasado más de veinte años después? Ya no está Ramón Bacca para respondernos con sus indagaciones por las librerías locales, que a mi parecer tenían más sabor y poder de convicción que las frías estadísticas de lectura que con motivo de las ferias del libro se publican cada año en el país. La lectura de libros de literatura y humanidades avanza a paso lento, mucho más si se añade que la adicción a las redes sociales y a los productos de entretenimiento tecnológicos crece de manera inaudita volviendo opaco el horizonte de la lectura.
En el prólogo que hizo para la próxima publicación de Intermedio, libro que recoge una selección del Semanario de Diario del Caribe de finales de la década de los setenta e inicios de los ochenta, Ramón Bacca dejó escrito: “Hay libros que nos marcan en el recuerdo después de su lectura, y sin duda esta selección de Intermedio tiene los elementos para ser uno de ellos”. Ahora que ya no está, siento no haber tenido una ventana para mirar su rostro plácido cuando escribió esa frase.