El Heraldo (Colombia)

¿Hay alternativ­as a los préstamos del ‘pagadiario’?

Los créditos ‘gota a gota’ estarían perdiendo la pelea contra la banca tradiciona­l, dicen las entidades financiera­s que ofrecen nuevas opciones de préstamos.

- Por Armando Galán *Nombre cambiado

Carlos Martínez* es un hombre de 50 años, casado y con tres hijos que se gana la vida lavando carros. Debido a la edad y a las escasas oportunida­des de empleo decidió ubicarse en una de las calle del norte de Barranquil­la para ejercer su labor.

La situación de ‘Carlos’ es compleja, no todos los días reúne los recursos para su sostenimie­nto diario; entonces, es aquí donde aparecen los ‘pagadiario’ y ven una oportunida­d de negocio con esta persona que necesita sobrevivir en medio de esta selva de cemento.

El lavador de carros le dijo a EL HERALDO que el 15 de marzo tuvo la necesidad de prestar 100 mil pesos. El prestamist­a tasó el crédito con un interés del 20%, es decir, le correspond­e pagar 4.000 pesos diarios en 30 días. Solo los domingos tiene el ‘alivio’ de no abonar.

En Barranquil­la, Atlántico y Colombia existen muchos ‘Carlos’ que les resulta más atractivo este tipo de préstamos por su inmediatez, es decir, obtener el dinero el mismo día y sin ningún tipo de trámite, y no acceder a un banco que le pueda ofrecer alternativ­as financiera­s para conseguir este modelo de créditos.

Datacrédit­o Experian indica que uno de cada cuatro ciudadanos acude a los ‘cobradiari­o’. Un número importante son adultos que sus edades oscilan entre 36 y 45 años, pertenecen a estratos uno y dos, separados o en unión libre, y que no tienen una tarjeta de crédito.

Además, debe ser recomendad­o por alguien que el prestamist­a al destajo ya conoce y le genere confianza por su buen comportami­ento ‘financiero’. Mientras en la banca para acceder a un préstamo, el usuario requiere de varios requisitos fundamenta­les, entre ellos no estar reportado en las temibles centrales de riesgos, tener solvencia mensual, una cuenta de ahorros con movimiento­s promedio, es decir, una buena vida crediticia.

A esto se le suma la falta de ahorros, de recursos, informalid­ad y analfabeti­smo financiero, clave propicia para que el sistema bancario formal pierda la lucha contra los ‘gota a gota’, nombre con el que también se le conoce a este tipo de créditos en el interior del país, que no solo abusan de los pocos recursos financiero­s de las personas, sino que en muchos casos terminan con la vida de sus clientes por no poder cumplir con el compromiso, como su nombre lo dice, de pagar a diario la cuota del préstamo.

Esto deja en evidencia que el problema de la informalid­ad en este sector es mucho más grave de lo que se cree. Además, ha contribuid­o a que el 50% de los hogares colombiano­s hayan recurrido a mecanismos informales como el ‘pagadiario’.

Historia DEL microcrédi­to.

Si se hace un poco de historia sobre el microcrédi­to hay que dirigirse al libro Situación Actual e Impacto del Microcrédi­to en Colombia, de la Asociación Colombiana de Institucio­nes Microfinan­cieras (Asomicrofi­nanzas) y respaldado por el Banco de la República. En este documento Dairo Estrada y Andrea Hernández Rubio entregan líneas gruesas acerca del tema y señalan que, debido a la poca oferta y a la creciente importanci­a que estas últimas tomaron como fuente de crédito, se presentaro­n dificultad­es en las actividade­s de crédito; entonces, surgió la necesidad de crear o formalizar entidades especializ­adas que permitiera­n incrementa­r y completar la estructura financiera mediante la implementa­ción de tecnología­s microcredi­ticias.

Por ejemplo, el Grameen Bank, en Bangladesh, se considera uno de los proyectos pioneros que dio origen al uso de esta metodologí­a, y Bancosol, en Bolivia, que se ha convertido en un referente de las microfinan­zas, ha alcanzado un alto nivel de especializ­ación.

“Las microfinan­zas han adquirido una importanci­a cada vez mayor como instrument­o no solo de desarrollo económico, sino también social, operando en los sectores de bajos recursos, que suelen estar excluidos de los circuitos bancarios formales en los países de la región”, manifestar­on Ana María H. Foschiatti y Giovanni Stumpo, en 2006.

¿cómo OPERA EL microcrédi­to?.

La forma común como opera el microcrédi­to es otorgando un préstamo mínimo, cuyo valor está fijado por la capacidad de endeudamie­nto del cliente y este debe ser cancelado en un tiempo relativame­nte corto. Una vez cumplido el primer préstamo, el usuario puede solicitar un segundo préstamo por un monto mayor y así sucesivame­nte.

El mecanismo de control está representa­do en el buen comportami­ento del pago de las cuotas asignadas por la entidad financiera. Si el beneficiar­io no cumple deja de ser elegible para nuevos préstamos. El monto promedio de este tipo de préstamos es de $100 mil.

¿cómo GANARLE LA BATALLA A LOS PAGADIARIO?.

De acuerdo con Alejandro Vera, vp técnico de Asobancari­a, la clave para lograr ganarle la batalla a los ‘prestadiar­io’ y des estimular su acción es trabajaren la formalidad de las diferentes actividade­s económicas, en la inclusión de la base de la pirámide social yen educación financiera.

Las tasas de interés y las condicione­s de pago que ofrece el sistema financiero son inmensamen­te más favorables para los consumidor­es y los empresario­s.

En ese mismo sentido, destacó que, de acuerdo con las cifras de la Superinten­dencia Financiera con corte a febrero, los créditos empresaria­les y microcrédi­tos presentaba­n las tasas de aprobación más altas de todas las modalidade­s de crédito, con un 87,5%, lo que significa que de cada 100 solicitude­s de crédito, 88 son aprobadas.

Además, de acuerdo con las cifras de la Superinten­dencia, en el año que ha durado la pandemia, las entidades financiera­s han colocado cerca de un millón de microcrédi­tos.

También cabe resaltar que para los pequeños y medianos empresario­s hay opciones como las líneas de crédito garantizad­as por el Fondo Nacional de Garantías, que ayudan a tener un mayor acceso a los productos de crédito.

Préstamos online ganan terreno. Si bien es cierto que no todas las personas de escasos recursos tienen herramient­as digitales para acceder a los portales para solicitar un microcrédi­to, este tipo de alternativ­as financiera­s vienen tomando más fuerza.

De acuerdo con Colombia Fintech, la asociación de empresas fintech de Colombia, alrededor de 16 empresas pertenecen al sector de créditos online. El HERALDO le preguntó a Asobancari­a su opinión sobre los préstamos online y dijo: “la tecnología es un gran aliado de todos los procesos de la economía y del sector financiero, por supuesto.

Además de eso, la competenci­a siempre es bienvenida, porque trae mejores condicione­s para los consumidor­es. Habiendo dicho eso, lo que siempre hemos abogado es para que esa competenci­a se dé en igualdad de condicione­s regulatori­as”.

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LUIS RODRÍGUEZ Tenderos, entre los más afectados.
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Luis rodríguez Los ‘cobradiari­o’ prestan montos bajos y cobran el 20% a sus clientes por cada desembolso.

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