¿Quiénes somos?
Es el título de un libro escrito a cuatro manos por Luigi Luca Cavalli-sforza, especialista en genética de poblaciones, y su hijo Francesco, director de cine, en un intento colosal para tratar de entender las diferencias entre los grupos poblacionales desde las perspectivas genética, lingüística, herencia cultural, coeficiente de inteligencia promedio de los habitantes; con el fin de plantear lo que se pueda hacer como individuo y sociedad para cambiar el estado actual de cosas a nivel glocal.
Es de 1993, lo leí en 2011 y lo releo hoy 10 años después, en un intento de aplicar aquello de “pensar globalmente para actuar localmente”, ir a las fuentes científicas para tratar de entender quiénes somos los colombianos y ver qué se puede hacer en un panorama tan sombrío. El libro sigue actualizado en el sentido de ser testigos hoy de las mismas guerras de todo tipo, desde las económicas hasta las religiosas, pasando por las raciales habiendo una sola raza en el mundo; hasta la guerra cibernética en la que se acaba con la vida de una persona con un solo meme. De igual manera, el deterioro y caída de la máscara de todos los sistemas económicos y políticos, la polarización de los discursos, la xenofobia, la homofobia, la violencia estatal, la corrupción basada en la mentira.
Mentir es un síntoma y siempre muestra un lado oscuro del que miente, sea una persona, grupo de personas o el Estado. La historia demuestra día con día que todos los gobiernos mienten de alguna manera, es una dinámica que se ha venido desarrollando con base en los intereses políticos, económicos y sociales de cada país; hasta en el Estado del Vaticano se miente.
Asumimos ser el producto de un cruce no solicitado entre las etnias de este lado del mundo y una etnia invasora de un tal primer mundo quienes, además, trajeron en función de esclavos una tercera etnia, para crear la base genética, lingüística y cultural que somos a partir de un mestizaje al que denominamos Colombia.
El producto de todas esas consideraciones influye en el desarrollo de la psique individual y colectiva para crear un paradigma social que nos representa internamente al darnos una identidad como colombianos y también nos muestra en lo global.
La pregunta que surge al saber de dónde venimos es pensar en qué nos hemos convertido como grupo social y como personas, cómo nos vemos y cómo nos ven como colombianos.
De la piel para adentro el panorama es delicado desde antes de la pandemia –para que no sigamos con las mentiras–, a nivel político, económico, laboral, social, educación, salud, violencia, corrupción. De la frontera hacia afuera el mundo no deja de asombrarse con nuestro extremismo, desde el acto más sublime de nuestros deportistas hasta el infierno más dantesco de las noticias de violencia en el mundo.
En eso nos hemos convertido, pero es también otra mentira. Eso no es lo que somos.