Mediciones, una necesidad para evaluar pertinencia de las medidas
De acuerco con Ana Lucía Duarte y Marianella Bolívar, docentes del programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad de la Costa, para hablar del impacto es necesario mediciones antes y después de la implementación de las acciones, a fin de tener un punto de referencia para comparar y medir la eficiencia sobre la ciudad. “El plan de arborización de la ciudad expone claramente y recopila una amplia información de bases científicas que soportan las iniciativas implementadas, pero aún hace falta mencionar detalladamente sobre cada una de las especies de árboles nativos que se están sembrando, función ecológica en el medio y en qué porcentaje se encuentran”, señaló Duarte. Mangle verde y plateado, olivo, almendros, acacias rojas, ceiba bonga y ceiba blanca entre las especies que han sido trasplantadas en 548 sitios en todas las localidades del Distrito y algunos espacios del área metropolitana. (Ver gráfica).
La experta también agregó que para saber si estas acciones han contribuido en la disminución de la sensación térmica se requiere de mediciones en diferentes puntos de la ciudad que puedan ser comparadas con datos históricos recopilados para Barranquilla.
Sin embargo, precisó que hay evidencias científicas de que la arborización contribuye a la disminución de la sensación térmica, pero “las mediciones directas son necesarias para evaluar el impacto de este programa”.
Por su parte, Bolívar indicó que a pesar de que hay estrategias “muy interesantes” ya planteadas tanto por sector externo, público y academia, la ruta frente al cambio climático se debe reforzar porque –según dijo– se ven acciones aisladas dentro de la misma ciudad.
“Es importante que desde entidades como alcaldías y gobernaciones se abran más mesas de trabajo donde se puedan establecer los planes de gestión hacia el cambio y que se puedan cumplir las metas establecidas a nivel nacional e internacional”.
Señaló que otras acciones que se pueden empezar a implementar son mejoras en el uso de transporte y transición energética. Esta última, manifestó, “promete el cambio de los sistemas energéticos en un largo plazo, situación que Barranquilla es una gran protagonista si se sabe aprovechar su potencial no solo eólico, sino también tener en cuenta el abanico de posibilidades de las energías renovables marinas”.