El país necesita una política energética sólida en el sector
El Plan Energético Nacional 2020 – 2050, de la Unidad de Planeación Mineroenergética (UPME), indica que actualmente, un 62
% del consumo final de energía del país corresponde a combustibles derivados del petróleo y gas; y la expectativa es que a 2050, bajo varios escenarios de transición energética, estos sigan con una participación superior al 50 %. Lo responsable con el país es seguir desarrollando los hidrocarburos al tiempo que se gestiona el cambio climático, la transición energética y la diversificación productiva sostenible. El próximo Gobierno deberá tener una política energética sólida apoyada en el sector de hidrocarburos, lo que representa retos como reactivar la exploración y producción para incorporar nuevas reservas de petróleo y gas; ampliar opciones de incorporar nuevas reservas con el desarrollo de los yacimientos no convencionales y en costa afuera; extender las actividades de exploración y producción de hidrocarburos hacia nuevas fronteras, avanzando en el ordenamiento socioambiental y económico de cuencas sedimentarias, y trabajando en la Ley Coordinación y Concurrencia. También impulsar medidas de eficiencia en trámites ambientales; fortalecer la relación Gobierno, industria y comunidades, y contar con mecanismos claros de participación ciudadana, diálogo social y protesta social pacífica; asegurar el abastecimiento de gas, fundamental para la diversificación energética sostenible y avanzar en la superación de la pobreza energética en las regiones e impulsar la transición energética.