¿Qué será lo que tiene el “viejito” Rodolfo?
En un país que tiene en la corrupción su principal problema, donde todos los días hay un escándalo que involucra a funcionarios públicos y donde los niños se mueren de hambre porque la plata para darles alimentos se queda en los bolsillos de los bandidos, el candidato que diga que va a meter presos a todos los ladrones tiene grandes posibilidades de éxito. El ex alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández lo dice todos los días y a toda hora. De hecho, eso es lo único que se conoce de su “programa de gobierno”. En materia de lucha contra la corrupción, Rodolfo Hernández dice lo que la gente quiere oír: ¡que metan presos a todos los bandidos! ¿Por qué le creen? Porque de todos los candidatos con reales posibilidades de ganar es el único que no aparece en la foto acompañado de personajes cuestionados. Todos los demás –menos Fajardo, pero no tiene posibilidades de ganar– tienen a su lado a más de un político investigado o señalado por corrupto. A pesar de que está siendo investigado por la Fiscalía por un caso de corrupción que ocurrió durante su administración como alcalde de Bucaramanga (contrato de Vitalogic, que tiene que ver con recolección de basuras, que nunca se ejecutó y en el que aparece involucrado su hijo, Luis Carlos Hernández), el discurso ramplón, populista y básico de Hernández contra la corrupción caló en un buen número de votantes, a los que con ver presos a los ladrones les basta. Pero aunque el repunte de Rodolfo Hernández en las últimas semanas ha sido extraordinario, es muy difícil que solo el voto de opinión le alcance para ganar o pasar a segunda vuelta. Para ganar elecciones en Colombia es necesario movilizar la maquinaria. Sin maquinaria es muy difícil alcanzar triunfos electorales. Las maquinarias –las mismas que movilizan tanto Petro como Fico, cuando llenan las plazas públicas– se hacen sentir el domingo de elecciones. Esas maquinarias no están con Hernández y en términos electorales esa es una debilidad.