Verónica Alcocer, esposa de Gustavo Petro

Oriunda de Sincelejo, Verónica Alcocer confiesa que por su mente jamás pasó estar metida en el mundo de la política, y que de niña soñaba con ser cantante o bailarina. Sostiene que se enamoró de Gustavo Petro por “la empatía que tenía con la gente y su discurso elocuente, debo ser sincera, eso me impactó positivamente”.

Contó que lo conoció en una de sus clases de Derecho, cuando este llegó a dar una charla. Se casaron el 17 de diciembre del 2000 y como fruto de su amor nacieron sus hijas Sofía y Antonella.

Alcocer manifiesta que pese a que Gustavo es un gran orador, en casa es un hombre de muchos silencios. “No habla mucho pero es muy amoroso, con las niñas siempre está jugando, con los perros también lo hace. A veces entra a la cocina y sembramos matas, nos gusta hacer muchas cosas juntos, digamos que es un ser humano común y corriente y bueno en lo político ya le hemos visto toda esa energía que siempre le inyecta a sus discursos”.

En común también tienen el gusto por el porro y el fandango, y que la mayoría de sus planes los desarrollan en casa.

Algo en lo que difieren se da al momento de ver series o películas. “A mí me gustan las de ficción, acción o comedia y a Gustavo las de historia, época, de guerras y yo para esas series soy mala”.

Sobre los planes que tiene si llega a ser la primera dama de la Nación, dijo que “están enfocados en la lucha contra la violencia de género, especialmente contra la mujer y los menores de edad. Vamos a tratar de mejorar esa situación porque ese tipo de violencia también repercute en otros aspectos de la sociedad”.