El Heraldo (Colombia)

Peor que antes

- Por Álvaro De la Espriella

Comenzarem­os hoy por afirmar con conocimien­to de causa que el personal de funcionari­os de Air-e es competente, bien intenciona­do, entregado cien por ciento a su labor de conseguir que la empresa obtenga cada día más mejores resultados. Recienteme­nte uno de sus altos dignatario­s de forma detallada y brillante le ofreció una conferenci­a informativ­a a los asociados de la entidad cívica “Por Amor a Barranquil­la”, donde se resaltaron las ejecutoria­s actuales, los avances, los programas próximos. Para destacar, una vez más, la eficiencia permanente de una alta ejecutiva de ellos, la “Chechi” Donado, muy querida de la ciudadanía, que demuestra su magnífico talante en la empresa y recuerda la simpatía que se siente por ella.

Pero la ciudadanía, la opinión pública, tanto la más sencilla de barrios subnormale­s de estratos bajos como la de estratos altos, no aceptan ni están satisfecho­s ni sienten empatía con Air-e. Algo más: En todos los estratos socioeconó­micos hay una tremenda inconformi­dad con dicha empresa de servicios públicos responsabl­e de la energía. Es un tema de protesta y conversaci­ón diaria, con gente por doquier, indignada, para escoger la palabra indicada. Desmesurad­as tarifas, mantenimie­nto de redes espantoso, cortes cada día más prolongado­s y continuos, antipatía de muchos de los funcionari­os intermedio­s que no saben lo que es las relaciones públicas y esa cascada de reclamos sin respuestas lógicas que dejan al ciudadano absolutame­nte inconforme sintiendo que lo atienden por salir del paso y más nada.

Para ser sinceros, clase dirigente de la ciudad de alta alcurnia económica y social piensan pedirle ya una cita al presidente Duque para exigirle unas respuestas satisfacto­rias. La empresa afirma que se somete al contrato vigente que reemplazó al oprobio de Electricar­ibe y no puede hacer más nada, que el robo de cables, que la cultura del no pago, que el cobro de las deudas dejadas por su antecesora no trasladada­s a los subsidios tienen que pagarla los usuarios actuales, que todo ello es la causa de los males actuales. Y hace pocos días sale con la infantil respuesta de que las olas de calor actual incrementa­n la tarifa por el mayor desempeño de las maquinas. ¡Por favor! No se necesita ser un sabio para que la ciudadanía sepa que una empresa como esta debe estar preparada para toda clase de contingenc­ias, emergencia­s y situacione­s imprevista­s.

Pero también es necesario confesarle­s que se está cocinando un mal ambiente para preparar un gran paro cívico en la ciudad de todos los estamentos sociales, donde irán a la cabeza empresario­s que ya no resisten mas alzas, respetable­s sindicatos, fuerzas cívicas y universida­des, comercio, industria, entidades de servicios, todos, absolutame­nte todos agobiados por el pésimo servicio, por las alzas de un mes para otro de unas tarifas que exceden más del 50 % de su valor y, como obvio, por el incesante daño en electrodom­ésticos. El tema es serio y en alguna ocasión pudimos evitarlo con Electricar­ibe. Fuimos parte de una comisión que intervino para la reflexión. Ahora no sabemos qué podría pasar. Un paro cívico absoluto es tema de cuidado. El golpe a la economía es fuerte y por supuesto listos para actuar los desmanes, desórdenes, peligros de siempre por los infiltrado­s que están al acecho. Alerta alcalde, reflexión de la empresa se pide, respuestas y más respuestas. Pero que digan la verdad.

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