B/quilla, la incluyente
Recientemente se gestó en la ciudad un foro que nos invitaba a reflexionar sobre las oportunidades de convertir a Barranquilla en una ciudad más inclusiva que promueva una distribución equitativa de la prosperidad.
Desde ONU hábitat y otros aliados, se diseñó un índice de inclusión territorial en el que se evalúan 5 pilares, desde el acceso a vivienda, las brechas en el acceso de oportunidades económicas, acceso a los servicios sociales y exposición a riesgos ambientales. Un cuarto pilar que ofrece un balance de la cobertura educativa y cultural, y finalmente la provisión de espacios públicos y recreativos.
Si bien Barranquilla no queda mal clasificada, con un puntaje que va hasta 100, la ciudad obtiene 70 puntos demarcando unos retos que no se pueden excluir de la agenda pública y privada.
Una foto inicial de los resultados deja ver una distribución desigual de la prosperidad especificando como la zona próxima a la Ciénaga de Mallorquín y el suroccidente presentan bajo potencial de inclusión urbana.
Lo más destacable de la investigación es que suministra información distribuida geoespacialmente que permite priorizar a nivel barrial o zonal intervenciones específicas en los flancos más débiles del territorio.
Alrededor de la vivienda asequible se mencionan los procesos de ocupación informal y viviendas con déficit estructural en tugurios con déficit de servicios básicos e infraestructura de soporte social en especial hacia la conurbación con Soledad.
Por el lado de las oportunidades para acceder a mejores condiciones económicas se evidencia un alto empleo informal, acompañado de desempleo juvenil y dependencia económica, con el 40 % de los hogares sujetos a una sola persona como soporte familiar.
Otras oportunidades que se demarcan para Barranquilla como líder de inclusión son la necesidad por ofrecer una menor exposición a factores ambientales negativos en las periferias donde también se muestra una baja calidad del aire.
Así mismo, se visibilizan zonas como la del corregimiento de La Playa que experimenta baja cobertura de hospitales hacia el norte de la ciudad.
En materia de diversidad social y cultural se requieren mayores esfuerzos hacia la innovación, en el frente de equipamientos de cultura se califica como deficiente la cobertura por fuera de la zona centro y también la existencia de bajos niveles educativos en la población ubicada en la periferia.
Finalmente, todavía la ciudad experimenta baja cobertura de espacios públicos de calidad y área verde per cápita, así como refiere a una baja vitalidad del ambiente urbano por niveles de densidad y uso del suelo.
Estos aspectos toman mayor importancia aún, cuando la ciudad se posiciona como una aglomeración urbana de especial interés para la movilidad humana interna y externa, no en vano, es la ciudad no fronteriza que mayor migrantes ha recibido en los últimos años.
Entre las propuestas más interesantes se incluye la elaboración de una estrategia para el fortalecimiento de las centralidades urbanas mediante acciones de infraestructura que promuevan la aglomeración de actividades económicas en nodos o corredores urbanos, la especialización económica y la diversidad urbana.
* Directora Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla