Silencio y caras largas en el hotel
Pocos jugadores accedieron a hablar con los periodistas.
MEDELLÍN. Silencio. Caras largas. Rostros desencajados y cabizbajos. Ese fue el panorama que se presenció la noche del miércoles, cuando Junior arribó nuevamente al hotel Estelar Square, en El Poblado, luego de la eliminación en la Liga a manos de Atlético Nacional.
La derrota en el Atanasio Girardot pegó duro en el plantel rojiblanco por la forma en que se dio. Junior nunca fue superado por su rival, pero pagó caro, una vez más, su falta de efectividad en momentos claves del partido. Ahí estuvo la diferencia.
Los jugadores, en su mayoría, decidieron guardar silencio. Unos pocos, como Borja, Arias, Sambueza y Esparragoza, dieron la cara, hablando sobre la eliminación. Otros simplemente mostraron su tristeza con alguna palabra o un gesto de desazón.
El técnico Juan Cruz Real lideró, nuevamente, la llegada del equipo al hotel, la cual se dio en completo silencio y en solitario, sin la presencia de hinchas. El entrenador argentino, que había hablado en rueda de prensa tras el partido, pasó de largo con la tristeza reflejada en su rostro.
Luego empezaron a ingresar uno a uno los protagonistas en el campo. “Triste, triste la verdad”, manifestó Jhon Fredy Pajoy. “No hay nada que decir, estamos dolidos”, agregó Carmelo Valencia. “Todo bien”, saludó Yesus Cabrera con el rostro apesadumbrado, antes de tomar el ascensor que lo llevaría a su habitación.
Dany Rosero, el mejor del semestre en Junior, se detuvo para hablar, pero Didier Moreno se lo impidió, llevándoselo de inmediato para que no diera declaraciones a los medios.
Otros sí se detuvieron para dar la cara. Uno de ellos fue el argentino Fabián Sambueza, que no ocultó su tristeza por no haber conseguido los objetivos que se trazaron para este semestre.
“La verdad es que nos vamos tristes. Siempre es duro perder, más en un partido donde habíamos hecho lo más difícil, que es marcar el gol e irnos adelante”, dijo.
“Hay que aprender de los errores y seguir para adelante. Una lástima, porque no pudimos conseguir los objetivos que nos habíamos trazado”, agregó el creativo gaucho.
A medida que iban entrando, la tristeza se tomaba más el recinto. Uno que mostró más personalidad que muchos, tanto en la cancha como fuera de ella, fue Carlos Esparragoza. El juvenil no se ocultó y habló sin titubeos luego de la eliminación.
“Hay que seguir para adelante. Dejamos todo en la cancha, así que nos podemos ir tranquilos. El próximo semestre tendremos una nueva oportunidad y debemos aprovecharla”, expresó el volante, uno de los más destacados en el Atanasio Girardot y a lo largo del semestre, aprovechando las oportunidades y quedándose con el puesto de titular.