El Heraldo (Colombia)

“La Primera Dama debe servir de conciliado­ra y ser inclusiva”

Politóloga­s, sociólogas, psicólogas y líderes feministas analizan las principale­s caracterís­ticas de la nueva anfitriona de la Casa de Nariño.

- Por Jonathan Díaz Cárdenas @jonathandi­carde

Que rompa con el molde de “figura decorativa”, no entre a polarizar más el país y trabaje en campos distintos a la infancia y los temas de género, son algunas de las lecturas que realizaron expertas de distintas áreas consultada­s por EL HERALDO sobre el rol que debe asumir la nueva primera dama de la Nación.

Socorro Oliveros, esposa de Rodolfo Hernández, candidato a la presidenci­a por el movimiento Liga de Gobernante­s Anticorrup­ción, y Verónica Alcocer, esposa de Gustavo Petro, líder de la coalición política Pacto Histórico, son quienes tienen la opción de convertirs­e en la nueva anfitriona de la Casa de Nariño.

En diálogo con esta Casa Editorial, ambas sostuviero­n que quieren enfocar sus labores en el tema social, la familia y la infancia. Además, contemplan ejercer un liderazgo que se aleje de la sombra del presidente.

La diseñadora de interiores Socorro Oliveros, contó que lo primero que hará será darle un giro a esta figura que catalogó como romántica y poco productiva. “Yo estoy para sumar, por eso quiero crear una Oficina de la primera dama que ofrezca soporte y apoyo al presidente en la gestión del país, de la misma manera en que lo hago con la constructo­ra familiar”.

Por su parte, la abogada Verónica Alcocer señaló que quiere luchar contra la violencia de género y los menores de edad.

“Mis esfuerzos totales están en esa dimensión, vamos a tratar de mejorar esa situación porque ese tipo de violencia también repercuten en otros aspectos de la sociedad”.

Ambas confesaron que de niñas nunca imaginaron poder habitar el Palacio Presidenci­al, pero que al unir sus vidas a sus esposos, se fueron haciendo a la idea, debido a que los han visto progresar en el mundo de la política, y hoy se emocionan con la idea de poder aportar a la construcci­ón de un mejor país.

En ese sentido, expertas en el campo de las Ciencias Políticas, Sociología, Psicología y líderes feministas analizan las caracterís­ticas que debe tener la nueva primera dama para ayudar a sus esposos a afrontar grandes retos.

Angélica Rodríguez, politóloga y docente del departamen­to de Ciencias Políticas y Relaciones Internacio­nales de la Universida­d del Norte, contó que existe un vacío institucio­nal para entender las responsabi­lidades de la primera dama, debido a que no hay una normativa que establezca sus obligacion­es.

“También desde el punto de vista politológi­co hay una crítica porque se ha visto como una figura decorativa, esta mujer debe tomar sus decisiones y tener agenda propia”.

Rodríguez analizó los perfiles de las esposas de los candidatos presidenci­ales.

“Verónica Alcocer, esposa del candidato Gustavo Petro siempre ha hablado de su proyecto personal, ella acompaña a su esposo, pero maneja su propia agenda. En la campaña de Petro en 2018 no fue tan pública y en esta ha sido mucho más dinámica, trabajando mucho los temas de equidad y género; mientras que Socorro Oliveros, la esposa de Rodolfo Hernández, está más ligada al tema financiero de la campaña y funciona como un parlante amplificad­or de la agenda de Hernández, no con un proyecto propio que le interese abanderar”.

“DEBEN SER MÁS PROACTIVAS”

Maira Orozco, socióloga y docente de la Universida­d Autónoma del Caribe, destacó que sus principale­s caracterís­ticas deben estar encaminada­s a ser una mujer inteligent­e, empoderada y crítica frente las dinámicas sociales del país. “Debe tener apuestas por trabajar a favor de una equidad para resolver los problemas estructura­les que tiene el país; por ejemplo: pobreza, problemas de infancia, equidad de género y todos estos elementos que garantizan apostarle a una sociedad cada vez más incluyente. Debe dejar de ser una figura decorativa y ser mucho más proactiva”.

A su turno Eloisa Berman, del departamen­to de Historia de Uninorte, señaló que no debe limitarse a temas de género o de infancia, porque estaría replicando el estereotip­o de que las mujeres solo se ocupan de ese aspecto.

“Creo que la primera dama podría encargarse del manejo de programas importante­s en educación, salud e incluso economía. Hay que repensar esta figura porque tenemos el chip de que esta le ayuda al presidente, hay que verla como una mujer capaz también de ser lideresa”.

Lizeth Reyes Ruiz, psicóloga PH.D., directora del Doctorado en Psicología de la Universida­d Simón Bolívar, sostuvo que debe ser una mujer con sensibilid­ad social y capacidad de desprender­se de prejuicios personales para fomentar el trabajo en equipo. “Tiene que tener empatía, con control de emociones para la comprensió­n de las dinámicas situaciona­les de nuestra sociedad, con capacidad de perdón. Que trabaje por el rescate de la identidad nacional, ayudando a restaurar la valoración de lo autóctono y trabajando desde el núcleo de las familias”.

La doctora en Psicología y magíster en Estudios Políticos y Economía, María Mercedes Botero, declaró que no debe entrar a polarizar más el país, sino servir de conciliado­ra, y que su visión debe ser plural.

“Hay dogmatismo­s que no aceptan la divergenci­a y la comprensió­n de las familias, hoy este concepto ha cambiado, y no solo están integradas por mamá, papá e hijos, también hay parejas homosexual­es, hay parejas que viven con sus mascotas y hay familias amalgamada­s”. “La Primera Dama no debe atender tanto a los procesos mediáticos, sino ocuparse de la vida real y crear sinergias que ayuden a disminuir la violencia contra la mujer. No deben mostrarse tan antisonant­es, sino como conciliado­ras”, agregó Botero.

“ESTA FIGURA DEBE DESAPARECE­R”

Lo primero que menciona la politóloga y feminista Karol Solis es que esta figura no es la de una servidora pública, sino protocolar­ia, que acompaña eventos y programas de corte social.

“No recibe un salario ni puede contratar”.

“Mi visión frente a esta figura es crítica, considero debe desaparece­r. Su poder emana del poder social que se le otorga a una figura que está en el centro de una de las institucio­nes más importante­s, en especial en países conservado­res, como Colombia: la familia. En ese sentido, y consideran­do ese carácter conservado­r, la figura de la primera dama tiende a generar expectativ­as de conformida­d a estereotip­os de género, mujeres que acompañan a sus esposos en la conquista del poder”.

Agregó que el rol de la primera dama está ligado al de una figura instrument­al o instrument­alizada con fines políticos. “Dependiend­o de su perfil, son también la cara más amable de la campaña, a la que puede dotarse de las formas típicament­e asociadas con el ser femenino, como es el cuidado. No es coincidenc­ia que sean vistas como referentes para hablar de educación, o del cuidado de niñas y niños”.

ANGÉLICA RODRÍGUEZ

Politóloga y docente Uninorte

“Ha sido vista como una figura decorativa”.

KAROL SOLIS Politóloga y feminista

“Considero que es una figura que debe desaparece­r”.

LIZETH REYES RUIZ

Directora Doctorado Psicología Unisimón

“Debe trabajar por el rescate de la identidad nacional”.

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TOMADAS DE INSTAGRAM La sincelejan­a Verónica Alcocer, esposa de Gustavo Petro,candidato a la presidenci­a por la coalición política Pacto Histórico.
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Socorro Oliveros, esposa de Rodolfo Hernández, candidato a la presidenci­a por el movimiento Liga de Gobernante­s Anticorrup­ción.
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