Solución compleja
Es recurrente escuchar a los políticos hacer promesas que bien es sabido, en muchos casos no cumplirán, ya sea por imposibles o por falta de voluntad. El populismo manipula las necesidades y anhelos del votante, quien sólo escucha lo que desea escuchar y espera se cumpla lo que escucha. Cuando esperamos que los demás resuelvan los problemas que nos atañen y esto no sucede, vienen las frustraciones y desilusiones, pero lo grave de esto es cuando la histo- ria se repite sin solución a la problemática y, como el jugador empedernido, vuelve al albur en las mismas circunstancias y con los mismos elementos montándose en una noria imparable. Parte de romper este círculo vicioso es necesario depender de sí mismo, confiando en capacidades propias. Nadie sale de pobre mendigando, dependiente de la caridad de los demás. Nadie se supera por acción ajena, solo la acción propia lo supera. Es como pretender engordar viendo comer a otro. La superación del joven solo se efectuará cuando su voluntad corte el cordón que lo une a sus mayores.
No pretendo decir que desprecie el apoyo de otros. Una sociedad que pretende subsistir a punta se subsidios del gobierno de turno es una sociedad destinada a la miseria, cosa diferente a la ayuda en situación de emergencia porque el estado tiene una reserva para apoyo temporal, en este tipo de circunstancia. Estas ayudas de manera crónica tornan perezosa a la sociedad y la vuelven pordiosera, conforme con cualquier limosna que diluye su progreso. Esto podría ser la causa del incremento de suicidios en personas de la tercera edad.
A ninguno de los candidatos se le ha escuchado decir en abrir las puertas de entrada a capitales extranjeros y el retorno de capitales fugados, que generarían producción y, por ende, puestos de trabajos. A los hijos hasta cierta edad se les da el pescado, mientras se les enseña a pescar. Para el desarrollo del país no solo se necesitan profesionales universitarios, también son necesarios los técnicos. Nadie habla de eso, sólo de una corrupción crónica que se acabaría con lavado de conciencia a todos los niveles de la sociedad. De la tal reforma agraria, tocada tangencialmente en época de elecciones, solo es tilín y tilín cuando se habla de un alto porcentaje de tierras estatales baldías mientras existe una mano de obra campesina desocupada y se destruyen las pocas vías terciarias existentes, necesarias en la extracción de los productos del campo hacia los grandes conglomerados humanos. Mientras en Colombia existan quienes piensan con mente minusválida el desarrollo de la nación se verá afectado.
Ulises Rafael Rico Olivero