Guardia petroriana
La guardia petroriana era ese grupo de hombres que ofrecían protección a los emperadores romanos. Eran el primer anillo de seguridad. Se jugaban su vida por la de él; por lo tanto, eran la elite del cuerpo militar. Gustavo Petro tiene los suyos: Armando Benedetti y Roy Barreras. Los “petrovideos” dejaron algo muy en claro, que la constante son ellos dos, no hay Petristas vieja guardia. Es decir: los más cercanos, son los recién llegados. ¿Dónde estarán los de “toda la vida”? Esto debería desde ya dar pistas de las pugnas internas que se vienen.
Por supuesto este par de avezados políticos saben lo que hacen, no son unos meros escoltas de la vieja Roma, son tan hábiles que han puesto presidente varias veces. Esto no es algo para reprochar, al contrario, son unos comprobados jugadores del ajedrez del poder. Sin embargo, ahora que vienen los nombramientos, ellos volverán a imponer sus cartas y esto excluirá a muchos Petristas de vieja y nueva data que van a quedar con los ‘crespos hechos’, repletos de frustración. Aunque esto no es nuevo, pasa siempre, estas intrigas y apuestas son propias del proceso de conformación de cualquier gobierno. Ya decía el gran Nicolás Maquiavelo que: “No es punto carente de importancia la elección de los ministros, que dirá si es buena o mala la cordura del príncipe”.
Si Armando o Roy leen esta columna dirán que exagero. Pero saben ellos y sé yo, que no. Petro creó expectativas como cualquier candidato, hay un sinfín de personajes de todos los rangos que hoy perciben que son merecedores de un espacio de poder en este periodo presidencial, pero la realidad los atropellará y se darán cuenta que no hay cama pa' tanta gente.
Soy una obsesionada por estudiar la administración pública y las dinámicas burocráticas, así que observar cómo gestiona por primera vez la izquierda estas decisiones en mi país, será para mí un caso de estudio y un privilegio en materia de análisis.
Petro ha sido exitosamente un opositor, pero no tan destacadamente un ejecutor. Sin embargo el mismo dice haber “aprendido” de su experiencia como alcalde de Bogotá. Quienes lo rodean desde sus comienzos, los petristas pura cepa, son individuos con pocas millas de vuelo en lo que a gobernar se refiere. En cambio, Barreras y Benedetti si saben y en demasía lo que es ser establecimiento. ¿Petro entonces a quiénes nombrará en los cargos importantes? Solo él sabe.
Lo que sí les puedo adelantar es que pronto vendrán decepciones y caras largas en las huestes zurdas. Petro se convertirá en establecimiento, y así funciona el poder. Los nombres de los tomadores de decisión son limitados y finitos. ¿Quiénes serán?