No fórmula hay una mágica para emprender
Trabajar con un objetivo en común permitió posicionar a Tecnoglass entre las empresas más importantes de la industria de vidrio y ventanería en estados Unidos.
Me encantaría ver cómo más empresarios le apuestan a la creación de empresas y aprovechan la ubicación privilegiada de Barranquilla”.
Si usted es barranquillero o ha tenido alguna referencia de la ciudad en los últimos 10 años, lo más probable es que ya asocie la imagen de la capital del Atlántico con el monumento la Ventana al Mundo construido a finales de 2018 con ocasión de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Y, por si no lo sabía, detrás de una obra de arte tan magnífica que se erige en la avenida Circunvalar con la Vía 40 está uno de los empresarios más carismáticos de que se tenga historia no solo en Barranquilla, sino en cualquier parte del país.
Christan Daes Abuchaibe es el gerente de Operaciones de Tecnoglass (COO), un holding empresarial orgullo de los barranquilleros, que ha llevado el negocio de fabricación de ventanas y vidrios a niveles insospechados, haciendo parte del desarrollo arquitectónico en los más inesperados rincones del mundo, en especial de Estados Unidos y que hoy se capitaliza en la Bolsa de Nueva York, algo que pocas compañías pueden darse el lujo de tener.
A Daes se le conoce por el lema “es mejor dar que recibir”, pero en su caso se trata de una filosofía que se ha convertido en un estilo de vida desprendido y generoso, que le ha valido estar en el imaginario colectivo del barranquillero como aquel empresario que puede ‘echar una mano’ para cualquier cosa.
Además de la emblemática Ventana al Mundo, Daes ha sido el gestor de muchas obras en los barrios de influencia de su compañía, entre ellos el CAI, la Estación de Bomberos y el embellecimiento del barrio Las Flores.
Como buen barranquillero profesa una gran pasión por el Carnaval, pero sobre todo por el Junior, el equipo de la ciudad, con el cual está vinculado como patrocinador y de corazón en cada intervención en sus redes sociales, donde la gente le llama en confianza “Tío Chris”.
“Siempre ha sido parte de mi vida, tengo recuerdos de cuando tenía 6 años y el Junior quedó subcampeón en Cali, viendo jugar a grandes estrellas que hoy hacen parte de la historia del equipo. Yo amo esta camiseta, y me emociono cada vez que gana Julio Comesaña que si se traía la novena estrella para el equipo Tiburón, él le hacía una estatua.
Hoy, la ventana de campeones es otro referente de la arquitectura moderna que identifica a la ciudad donde no solo está la estatua de Comesaña, sino de muchas otras grandes leyendas del club, coronado con una estructura de vidrio donde se puede ver la silueta de una aleta gigantesca, siempre iluminada con temas alusivos al Junior.
Pero más allá de las grandes obras, Christian Daes es un hombre generoso en todo el sentido de la palabra. Mucha gente le pide cosas y él ayuda, a través de la Fundación Tecnoglass que ha sido el gran bastión por el cual ha podido desfogar el altruismo que lo caracteriza.
Desde joven ha sido un emprendedor nato. “Mi hermano y yo comenzamos nuestras vidas de empresarios desde muy temprano. Teníamos múltiples empresas, entre otras, una fábrica de pantalones, tiendas de ropa en Estados Unidos, inversión en finca raíz, y la que nos llena de bendiciones, la fábrica de vidrios y ventanas Tecnoglass”.
Pero Daes no deja de tener presente que esos inicios como empresario estuvieron llenos de retos y crisis que junto a su hermano convirtieron en oportunidades. “No existe una fórmula mágica para emprender, existen las ganas, la disciplina y el empeño para salir adelante. A pesar de que te digan ‘no’ hay que continuar trabajando con esfuerzo y constancia, tomando decisiones en línea con la estrategia y el beneficio a largo plazo, teniendo en cuenta que una empresa no se hace en un día, sino en el día a día”, asegura.
Daes es consciente de que el mundo cambia, “pero hay algo que debemos mantener y son las ganas de trabajar, de emprender, de seguir generando empleo y aportando a la construcción de una sociedad más equitativa e incluyente”.
Sus principios empresariales más preciados son la responsabilidad con el otro, la empatía y la resiliencia. “Esos me han permitido poder impactar positivamente la vida de muchas personas y me han llevado a donde estamos hoy en día. En mi actividad empresarial en Tecnoglass entendemos que ayudar al otro hace parte fundamental de nosotros”.