Tras las huellas del pasado en el Galeón San José
EL HERALDO habló con el capitán de fragata Julio Monroy, gerente del proyecto de investigación del galeón, sobre los detalles y cuándo esperan hacer la recuperación arqueológica.
En un rincón de la historia colombiana, donde las olas del Caribe susurran secretos del pasado, se ha desatado una travesía sin igual con el inicio del proyecto de investigación del galeón San José.
Con ayuda de expertos y tecnologías de punta, el país espera obtener respuestas a múltiples preguntas sobre la historia sumergida del comercio marítimo entre América y Europa a inicios del siglo XVIII.
De igual forma, los indicios del contrabando en el Caribe, las tecnologías de construcción naval de finales del siglo XVII e inicio del XVIII, los instrumentos usados en las confrontaciones navales, los campos de batalla marítimos, el tipo de mercancías transportadas en el galeón, sus procedencias, usos y materiales (metales, cerámicas, vidrio, etc.), evidencias de la vida cotidiana y relaciones entre la tripulación a bordo, entre otros temas de interés histórico buscarán ser descubiertas en este trabajo en conjunto.
Para ello se han unido el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia –ICANH, la Dirección General Marítima–dimar, y la Armada de Colombia.
En una entrevista con el capitán de fragata Julio Monroy, subdirector científico del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH), y gerente del proyecto de investigación del galeón San José, EL HERALDO conoció detalles de lo que será este proceso que se realizará durante todo el año.
Para Monroy, esta investigación es más que una empresa científica, es un llamado a desentrañar los procesos y hechos que marcaron el siglo XVIII en las embarcaciones que surcaban la Carrera de Indias. “Es tratar de conocer y contar mejor nuestra historia”, dice con pasión, señalando que este legado, al yacer en aguas colombianas, es un patrimonio que pertenece al país.
Recolección arqueológica
En el fondo del mar hay algo que encanta al grupo de 30 personas que están en el proyecto y más aún a todos los colombianos: los restos del galeón, cañones, vasijas, monedas, todo aquello que permitirá conocer un poco de la historia que está ahí, esperando por ser recolectado.
Y aunque no es una tarea fácil, el capitán de fragata Julio Monroy es optimista y por eso considera que “las operaciones dirigidas explícitamente hacia la recuperación de evidencias arqueológicas en el sitio, dependen de ciertas capacidades, mantenimientos, disposición de varias cosas, pero se encuentran planeadas para ejecutarse alrededor de mitad de año”.
Es por ello que desde ya las operaciones han empezado y el proyecto está en marcha con el objetivo que todo salga de la mejor manera.
“Esa es una de las metas principales o de los hitos del proyecto, pero esto ya arrancó con los profesionales que ya tenemos y las instituciones dispuestas para esto. Empezó desde la estructuración, también se están haciendo planes de manejo a nivel de conservación y a nivel arqueológico”, añadió.
Lo que seguirá
En el horizonte, el capitán Monroy avista la certeza de que completarán la misión. “No tenemos duda de que lo vamos a hacer”, afirma con seguridad.
Las expectativas son altas, no solo por el hallazgo de evidencias arqueológicas, sino por lo que aprenderán de ellas.
Este proyecto, “más que una expedición científica, busca escribir un nuevo capítulo en la historia colombiana”, compartiendo su descubrimiento con la sociedad y enriqueciendo la comprensión colectiva del pasado.
“Desde la autoridad marítima (Dimar), ejerciendo nuestras funciones, salvaguardando precisamente esos bienes que en su momento se recuperen. La idea es que así como nosotros los estudiaremos con los colegas del Ministerio de Cultura, también toda la sociedad en algún momento pueda venir y pueda apreciar también esto y pueda estudiar en un museo del Caribe colombiano todo el material recolectado”.