¿A qué se deben las constantes variaciones en la intensidad de las brisas?
El Ideam indicó que un sistema de baja presión incide en la disminución de los vientos ● Velocidades de los vientos se encuentra entre los 13 y 31.8 kilómetros por hora en la ciudad.
Un sistema de baja presión en el Atlántico está incidiendo en la disminución de la intensidad de las brisas en Barranquilla. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) precisó a EL HERALDO que este fenómeno está ayudando a que se tengan vientos alisios no tan fuertes, con velocidades entre los 7 y 17 nudos, que son entre 13 y 31.8 kilómetros por hora.
De acuerdo con la entidad, si bien no es usual que los vientos alisios se presenten para esta época del año, sin embargo, sí podrían producirse. Se esperaría que esa baja presión se mueva hacia la parte oriental y el fenómeno de las brisas se extienda hasta finales de esta semana.
En este momento –de acuerdo con el Ideam– no se tienen alertas por vientos ni oleaje en el mar Caribe colombiano.
Por su parte, el teniente de navío Otto Guerra La Rotta, capitán de Puerto de Barranquilla encargado, confirmó esta última información al precisar que hasta el momento no hay restricciones para la capital del Atlántico.
Indicó que el viento medido por la Dimar es de 15 a 20 nudos (aproximadamente 40 km/h), en la zona del río Magdalena y Bocas de Ceniza.
“Este fenómeno de cambios en la intensidad del viento se denominan ‘rachas de viento’, es algo normal, se les considera de alta intensidad, pero de poca duración”, explicó el capitán.
Si bien no hubo restricciones durante la Semana Santa, la Dimar dispuso de 30 inspectores y personal de apoyo en las playas, muelles y embarcaderos, teniendo en cuenta el incremento de visitantes en dichos sectores que realizan diferentes actividades marítimas y náuticas.
Señaló, además, que se reforzaron los controles a las empresas que prestan el servicio de transporte a los turistas por vía marítima y fluvial, con el fin de verificar que cuenten con las licencias y permisos necesarios para operar legalmente.
De igual manera se supervisó que dichas embarcaciones se encuentren equipadas con elementos de seguridad como chalecos, aros salvavidas y equipos de comunicaciones en funcionamiento, entre otros.
La autoridad marítima recomendó consultar las condiciones meteomarinas antes de realizar actividades en el mar e identificar lugares de refugios y puntos de referencia a lo largo del trayecto, en caso de que se presente alguna emergencia en el mar.
Importancia de brisas
De acuerdo con Nelson Rangel, geólogo y docente de la Universidad del Atlántico, Barranquilla experimenta una serie de fenómenos meteorológicos influenciados significativamente por su proximidad al mar Caribe y su posición geográfica. Explicó que las brisas que se tienen en la ciudad son un componente “crucial”
del sistema climático local, afectando tanto a la temperatura como a la humedad relativa.
“La brisa es el resultado de las diferencias de temperatura entre la superficie terrestre y el mar Caribe. En el día, la tierra se calienta más rápidamente que el mar, creando una zona de baja presión sobre la tierra. Este diferencial de presión provoca que el aire más fresco y húmedo del mar se mueva hacia la tierra, generando lo que se conoce como brisa marina. Esto genera un efecto moderador en la temperatura, aportando frescura y aumentando la humedad relativa. Por la noche, el proceso se invierte. La tierra se enfría más rápidamente que el mar, estableciendo una zona de baja presión sobre el mar y generando una brisa terrestre”, explicó.
En ese sentido, Rangel manifestó que los cambios continuos en la velocidad de las brisas en Barranquilla, que en momentos presentan gran intensidad y luego disminuyen de manera significativa en cortos periodos de tiempo, pueden atribuirse a varios factores propios de la dinámica atmosférica y características específicas de esta área.
“La proximidad de Barranquilla al mar Caribe significa que las brisas marinas son una influencia constante. La diferencia de calentamiento entre la tierra y el mar conduce a la formación de brisas que varían en intensidad a lo largo del día”, dijo.
El geólogo señaló, además, que la topografía local también puede influir en la intensidad y dirección de las brisas.
“Las diferencias en la elevación del terreno, como colinas o valles, pueden alterar el flujo de aire, intensificando o disminuyendo la velocidad de las brisas en ciertas áreas. Esta variable es muy importante ahora ya que es una ciudad donde se está urbanizando mucho y la topografía la están cambiando constantemente”, anotó.
Por otra parte, el experto sostuvo que otro factor clave es la temperatura y la falta de arborización en el territorio.
“Los sistemas de alta y baja presión que se mueven a través de la región pueden alterar los patrones de viento establecidos, incluidas las brisas. La presencia de un frente frío o cálido, por ejemplo, puede incrementar la velocidad del viento de manera temporal”, anotó.
También agregó que las áreas urbanas, con sus superficies construidas y modificadas, tienden a calentarse más que las zonas rurales circundantes, creando islas de calor urbano. Esto –agregó– puede intensificar el gradiente de temperatura tierramar, posiblemente aumentando la velocidad de las brisas marinas al intentar equilibrar las diferencias de temperatura.
“La variabilidad en la velocidad de las brisas es un fenómeno normal, especialmente en regiones costeras como Barranquilla. La duración y la intensidad de estas variaciones pueden fluctuar según la estación del año, influenciadas por factores como la posición del sol, la temperatura del mar y la presencia de sistemas meteorológicos específicos. Acá la temperatura es la clave”, puntualizó.
Nelson Rangel Geólogo de Uniatlántico
“La proximidad al mar Caribe significa que las brisas marinas son una influencia constante”.