Especial Regional Revista Semana
En franco crecimiento
Colombia concentra el 25 por ciento de las zonas francas de Latinoamérica. Ese negocio aumenta en el país GRACIAS A SUS BENEFICIOS FISCALES Y ADUANEROS.
Estas zonas se han convertido en una alternativa para promover la industria nacional y atraer la inversión extranjera. Funciona en áreas especializadas para el desarrollo de negocios de exportación, importación, servicios, logística y manufactura, apalancados en los tratados de libre comercio que tiene el país.
En la actualidad, Colombia cuenta con el 25 por ciento de las zonas francas que operan en América Latina (111 de las 400 existentes), y con inversiones cercanas a los 50 billones de pesos en los últimos años, según datos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI).
Las zonas francas son áreas delimitadas del territorio nacional y pueden ser permanentes o permanentes especiales. Las primeras tienen varias empresas o usuarios y se les conoce también como zona franca de parque o multiempresariales.
Las segundas pertenecen a una sola empresa o usuario industrial e, independientemente del sector donde se ubiquen, tienen la posibilidad de amparar su actividad con los beneficios de zona franca.
Dentro de los principales incentivos están 0 por ciento de IVA y arancel, el impuesto de renta pasa a un 20 por ciento y la sobretasa de imporenta cambia de 4 por ciento al 0 por ciento en utilidades mayores a 800 millones de pesos.
Según la Cámara de Zonas Francas, en su último informe de 2018, Cundinamarca es el departamento líder con 22 zonas francas (20 por ciento) y le siguen, en su orden, Bolívar con 17 (15 por ciento), Valle del Cauca y Antioquia con 10 (9 por ciento), Atlántico con 8 (7 por ciento), Magdalena con 7 (6 por ciento) y Santander con 6 (5 por ciento).
La dinámica de esta actividad comercial, que el año pasado tuvo un superávit en su balanza comercial de 81,5 millones de dólares, en especial con Estados Unidos, Puerto Rico y
Ecuador, ha despertado el interés por la adquisición de este tipo de propiedades.
BODEGAS A LA MEDIDA
La mayoría de las zonas francas son construidas bajo el sistema Built to Suit, donde se realiza una construcción a la medida y totalmente ajustada a las necesidades de la empresa y su proceso productivo. Este sistema deja en manos de los constructores e inversionistas el diseño y la estructura de la bodega o instalación manufacturera y en su mayoría se basan en los principios de construcción LEED para el mejor aprovechamiento de los recursos para la construcción y desempeño de la compañía.
Con pocas excepciones, la mayoría de las empresas que se instalan en las zonas francas lo hacen mediante arrendamiento. Manuel Gómez Armada, Transactions Coordinator de Cushman & Wakefield Colombia, señala que en,
Dentro de los incentivos tributarios de la zonas francas están el 0 por ciento de IVA y arancel, y un impuesto de renta del 20 por ciento.
promedio, el valor del metro cuadrado en arriendo de las bodegas estándar está entre 14 mil y 1P mil pesos en la kabana de Bogotá.
En el caso de las bodegas Built to Suit, el valor oscila entre 16 mil y 26 mil pesos por metro cuadrado, de acuerdo con las especificaciones requeridas por la empresa.
En general, las bodegas de las zonas francas requieren espacios eficientes, con zona de oficina en mezzanine, alturas entre 9 y 12 metros cuadrados, resistencia del piso superior a 4 toneladas por metro, con por lo menos 2 puertas de acceso, ubicados en parques empresariales o logísticos, con medios de transporte masivo cercanos y controles de acceso, sistemas de seguridad y control de incendios.
Las zonas francas en Colombia se han convertido en un sector muy atractivo para las empresas, en especial para las extranjeras. kegún Diego Gaitán, gerente general de Desarrolladora de Zonas Francas, del grupo FZB, que opera la Zona Franca de Bogotá, Colombia va a jugar un papel fundamental en la reorganización en el comercio mundial. “Tenemos que estar preparados para la reacomodación de las empresas trasnacionales y su migración a localizaciones estratégicas, donde tengan la oportunidad de llegar a nuevos mercados”, afirma Gaitán.
Y añade: “No cabe duda de que para muchas empresas extranjeras, Colombia y Latinoamérica se han convertido en uno de los mercados más atractivos. Por ejemplo, en el sector agroindustrial, Colombia ha empezado a focalizarse en productos de gran exportación del sector alimenticio. Otros sectores, como el industrial, metalmecánico y textil, también pueden ser potencializados”.
En general, son un mercado potencial todos aquellos productos que por su relocalización generen mucho más valor al instalarse en Latinoamérica que traerlos desde el extranjero y encarecer los costos. Gaitán destaca que en los próximos años, en Colombia, con la Alianza del Pacífico, se incrementarán las posibilidades de participación en el mercado asiático. “Proyectamos que en los próximos 5 a 10 años nuestro mercado con China crecerá en dos sentidos: en inversiones futuras de Colombia en ese país y empresas chinas interesadas en montar sus plantas en Colombia para abastecer los mercados de la región”, sostiene.