Especial Regional Revista Semana
Primera vivienda: el bolsillo manda
Comprar una vivienda no se debe dejar solo a los deseos del corazón. El presupuesto es clave.
Ya sea para habitarlo o como inversión, un inmueble siempre será una gran negocio en el que, como en cualquier otro, se deben conocer las estrategias para garantizar el éxito. Si usted busca su primera vivienda tenga en cuenta estas recomendaciones para cumplir este sueño.
En el momento, el mercado ofrece una gran variedad de inmuebles para todas las necesidades y estratos. Los expertos en el sector inmobiliario consultados por SEMANA sostienen que, aunque la compra de la primera vivienda comienza en lo emocional, al final debe primar el bolsillo.
En ese sentido, hay que evaluar en primer lugar la capacidad económica, en especial si va a comprar utilizando un crédito. Para las viviendas nuevas hay que tener en cuenta dos etapas del proceso: la primera, el pago de la cuota inicial, que en algunos casos puede llegar hasta un plazo de 36 meses; y la segunda, el pago del saldo pendiente que generalmente se realiza mediante un crédito o leasing habitacional hasta por 30 años. Para el caso de las viviendas usadas, no es necesario pagar de contado pues las entidades bancarias pueden financiar hasta el 70 por ciento del valor.
El comprador debe analizar su capacidad de pago con el fin de garantizar las cuotas del crédito y los gastos adicionales inherentes a la vivienda:
Es importante revisar la condición física del inmueble: cimientos, instalaciones de servicios públicos, techos, pisos.
adecuaciones, servicios públicos, administración, acometidas iniciales de servicios y seguros, entre otros.
Una vez resuelto el tema del financiamiento, lo segundo es escoger la vivienda. Aquí la decisión se basa en definir para qué la quiere: para habitarla o como inversión. Esto ayudará a identificar el tipo de inmueble ideal, aunque siempre se deben tener en cuenta la ubicación y la valorización.
Los expertos recomiendan estudiar el sector donde está ubicada la vivienda: movilidad, parques, puntos comerciales y seguridad del entorno afectan, entre otros factores, la valorización del inmueble. Es preferible elegir una zona lo más cercana posible al lugar de trabajo y estudio. Respecto al inmueble, hay que sopesar qué se compra en realidad: qué área corresponde a zona privada y cuál es común, elementos de seguridad (construcción antisísmica y protección contra incendios), parqueaderos, zonas comunes, área de basuras, zonas verdes y de recreación, y salones comunales, entre otros. Mientras más zonas comunes y de recreación tengan, más alta será la cuota de administración pues los gastos serán mayores.
Si la opción es una vivienda usada, es conveniente asesorarse para conocer el verdadero estado legal ( impuestos, hipotecas, inscripción en notariado y registro).