Especial Regional Revista Semana
Abecé del crédito hipotecario
Quien desee endeudarse para adquirir vivienda debe seguir estos pasos. Hay varias posibilidades y cada caso es único.
Las entidades financieras han hecho en Colombia grandes esfuerzos para acercar las opciones de financiación a todos los segmentos de población gracias al trabajo en equipo de los constructores, el Gobierno y las cajas de compensación familiar.
Al tener en cuenta que en Colombia hay unos 13 millones de hogares y un déficit de 3,3 millones de viviendas, y cada año se forman aproximadamente 280.000 hogares nuevos, se hace evidente la importancia del mercado hipotecario
De acuerdo con datos de Bancolombia, la vivienda social representa aproximadamente el 36 por ciento de las ventas totales, impulsada por los subsidios otorgados por el Gobierno nacional. En general, los rangos de viviendas de hasta 435 salarios mínimos legales vigentes han tenido un buen desempeño.
La decisión de adquirir vivienda es trascendental para una familia porque marca el rumbo financiero de los miembros por varios años y a veces por décadas. Por eso los bancos —que prestan dinero de terceros a quienes deben responderles— deben analizar muy a fondo a quién le otorgan esa confianza. Por lo que los interesados deben prepararse, considerar las variables y, sobre todo, tener el contexto de la situación y lo que se avecina para poder decidir mejor en su caso particular.
Expertos del banco BBVA explicaron a SEMANA que “probablemente, más importante que saber qué tipo de crédito escoger, lo fundamental es reconocer que hoy en día existen muchas facilidades para adquirir vivienda a las que pueden aplicar y ser BENEFICIARIOS TANTO EN SUBSIDIO DE CUOTA INICIAL como en tasa”.
El segundo punto es prepararse financieramente para someterse al ‘escrutinio’ que deben realizar las entidades bancarias. De acuerdo con lo establecido por la Ley de Vivienda (la 546 de 1999), la cuota mensual de un crédito de vivienda no puede superar el 30 por ciento de los ingresos mensuales del núcleo familiar. Por eso, al momento de comprar verifique si los ingresos mensuales alcanzarán para atender una obligación de este tipo.
Tercero, tenga en cuenta que la mayoría de los proyectos de vivienda nuevos cuentan con plazos de más de
un año para pagar la cuota inicial. El objetivo central es no sobrecargarse con una deuda que, con el correr de los años, se puede volver impagable.
Gloria Correa, gerente de productos hipotecarios de Bancolombia, destaca que “la vivienda es el principal patrimonio de las familias, representa cerca del 88 por ciento del patrimonio de un hogar. En ese sentido, es muy importante dar pasos seguros, y todo comienza con una muy buena asesoría”.
PASO A PASO
Resulta muy conveniente utilizar la tecnología. Basta abrir Google y digitar “simulador de cuota hipotecaria” para obtener cerca de 221.000 resultados en menos de 0,3 segundos. Como usuario, debe ingresar datos simples como los ingresos, el tipo de inmueble que piensa comprar (nuevo o usado), y el tiempo en el que espera pagar el crédito (10, 20 o 30 años). El sistema mostrará claramente los ingresos que debe tener para asumir el crédito y a qué cifra puede ascender la cuota inicial. Este primer acercamiento ayudará para tener un cálculo certero. y ser realista con lo que se desea y se puede comprar.
El segundo paso es físico. Es recomendable solicitar una viabilidad de crédito o un preaprobado para poder estimar con cuánto dinero puede contar para comenzar el proceso de búsqueda de la vivienda que se acomoda al presupuesto familiar.
Es importante considerar la posibilidad de incluir los ingresos de todos los participantes en la compra y así poder tener mayor capacidad de endeudamiento. Eso sí, incluya solamente a quienes en realidad van a aportar en la cuota, pedirle ayuda a un familiar para inflar los ingresos puede acarrear problemas en el futuro cuando lleguen las ‘vacas flacas’.
Ahora, conozca las diferentes alternativas y sistemas de financiación que ofrece el sector financiero para adquirir vivienda: en pesos, en UVR y el leasing habitacional familiar y no familiar. Desde el BBVA destacan que “cada una de estas modalidades brinda beneficios acordes con el perfil y capacidad de cada persona. De esta manera, puede elegir el que mejor se adapte a sus necesidades, flujo de caja y posibles ayudas estatales —como subsidios a la tasa de interés y a la cuota inicial—”.
Comience el proceso de compra cuando sepa cuánto le puede prestar el banco para tener tranquilidad de que podrá pagar esas cuotas.
Lo mejor es estudiar la mejor opción en su caso específico.
Luego de estar seguro del monto del crédito, debe enfocar los esfuerzos en seleccionar muy bien el inmueble, asegurarse de la idoneidad y experiencia del constructor, y directamente en las salas de venta o en el banco, obtener información no solo del proyecto, sino del mecanismo de financiación.
Por último, no olvide que debe considerar gastos adicionales no relacionados con la financiación ni con la cuota inicial como avalúo, estudio de la tradición y títulos, gastos de escrituración en la notaría y finalmente de registro. La entidad crediticia solo desembolsa el dinero cuando la hipoteca aparece registrada a nombre del banco o la entidad financiera.