Accesorios que roban sonrisas
Palma Canaria se ha convertido en la marca de complementos que todos quieren tener. Su objetivo es promover la artesanía nacional al combinarla con diseños exclusivos, innovadores y divertidos que, aunque tienen un aire tropical, son versátiles y funcio
Mónica Arbeláez tiene una vida muy ajetreada. Su día se reparte entre su labor en el sector bancario –en el que trabaja hace más de 20 años–, la familia y su rol de empresaria, que ejerce al lado de Juliana Quintero, su hija, quien está próxima a graduarse como administradora de empresas.
Hace casi un año, estas dos apasionadas del mundo de la moda decidieron descubrir una nueva faceta de su relación: la de socias de la firma Palma Canaria que crearon hace poco menos de un año, pero que se ha catapultado como una de las marcas emergentes más importantes del país. Aunque las dos tienen personalidades muy distintas, aseguran que se complementan a la perfección, y que una no podría hacer su trabajo sin la otra, por lo que todas las decisiones, especialmente aquellas referentes a los productos, se toman de manera conjunta.
Pese a esto, cada una tiene sus funciones claras; Juliana, por un lado, es la encargada de la parte administrativa, financiera, las relaciones públicas y la imagen de marca, mientras que Mónica es la directora creativa y se dedica al diseño y ejecución de las piezas. Estas dos mujeres, desde el primer día, han tenido muy claro que emprender es una tarea complicada ya que requiere sacrificios, establecer prioridades y de una muy buena organización para así distribuir adecuadamente el tiempo entre esta iniciativa y sus carreras profesionales.
DISEÑO Y ARTESANÍA
Hace un tiempo, el dúo de empresarias realizó un viaje al atlántico colombiano donde conocieron el potencial de un grupo de artesanos cuya labor era desconocida para el público. Fue esta necesidad la que le dio vida a Palma Canaria, un proyecto de emprendimiento social, con alma moderna y tropical, que pretende rescatar diversas técnicas artesanales, elevarlas al nivel de lujo y convertirlas en elementos de moda, rompiendo con el paradigma de que las artesanías no son artículos que se pueden llevar en el día a día. Por el contrario, más que piezas, los accesorios de la marca son historias únicas, contadas a través de la transformación de fibras naturales en objetos novedosos que se roban todas las miradas.
Si bien la mayoría de sus productos son elaborados con palma de iraca en Usiacurí, Atlántico, recientemente, la firma se ha expandido, y junto a artesanos quindianos ha desarrollado una nueva línea a partir de una fibra llamada “flor de bejuco”, y la complementan con apliques en hilo de cobre.
Cuando crearon la marca, Mónica y Juliana tenían claro que “ser sutiles no era suficiente” para sacar adelante su proyecto. Los productos debían diferenciarse y evocar emociones; de ahí que el punto de partida haya sido el verano. “Las dos creemos que tener la mente en el verano hace a las personas más felices, así que adaptamos frases y diseños que rememoran esa temporada, a piezas que se puedan usar cotidianamente y sin restricciones”. Por eso, Palma Canaria va más allá de la mera producción de accesorios: son productores de sonrisas. “Nuestra esencia es expresar en los artículos, de una manera notable, mensajes de alegría y amor, que tengan la capacidad de cambiar el estado de ánimo, tanto a quien los porta como a quien los ve”. Y es que, aunque a simple vista las carteras, espadrilles y abanicos parecen elementos de playa, en realidad están pensados para una mujer sofisticada y relajada, que no le tiene miedo a tomar riesgos y llamar la atención con lo que lleva puesto, sin importar si está al lado del mar o en la ciudad.
Si bien es cierto que madre e hija creen profundamente en su producto, jamás se imaginaron la acogida que este tendría tanto en el mercado nacional como internacional, mucho menos en tan corto tiempo. Productos como los sombreros con mensajes bordados y las carteras Tambor y Knot –piezas icónicas de la firma–, son, gracias a su innovación, humor y diseño creativo, protagonistas de cientos de fotografías en las distintas redes sociales y día tras día se hacen más populares. “Nos llegan fotos de mujeres alrededor del mundo usando nuestros complementos en lugares como Bali, la costa amalfitana, St. Barths y México, por solo nombrar unos, eso nos llena de alegría y satisfacción”.
La aceptación del público ha sido tan grande que, en solo unos meses, este dúo ha logrado el sueño de expandirse a ciudades como Miami y Panamá, e incluso han recibido propuestas de Inglaterra y Suiza, lugares que no son, precisamente, veraniegos. Por lo pronto, el plan de Palma Canaria es seguir promoviendo el talento y diseño colombianos dentro y fuera del país, mientras continúan en el proceso de incursionar en el mercado europeo, neoyorquino y, por qué no, en Dubái.
“La integración de la cultura colombiana es parte esencial de Palma Canaria. La idea es que los colombianos se apropien de sus tradiciones y técnicas artesanales, y le den valor al producto nacional, no solo al internacional. De ahí el #amorporlonuestro”.