Adriana Santacruz
La diseñadora pastusa ha sido un referente de la moda artesanal en el país. Desde que fundó su marca homónima en 2000 se ha dedicado a explorar las virtudes del tejido en telar –elaborado por la comunidad indígena de los pastos, al suroccidente de Nariño–, con lo cual le ha dado la oportunidad a familias de artesanos de trabajar con ella y su empresa, y en la fusión de técnicas ancestrales con conceptos claros de diseño.
En sus más de 17 años como creadora ha recibido reconocimientos tan importantes como “El Lápiz de Acero Azul”, máximo galardón al diseño colombiano otorgado por la revista Proyecto Diseño; una beca de estudios en el Istituto Marangoni, de Milán, y una Bienal Iberoamericana de Diseño, en España. Hoy día vende en varias tiendas en Bogotá y
Pasto –su ciudad natal–, así como en Estados Unidos, Suiza y Holanda.
Para el concurso “Se busca diseñador” 2007, Adriana presentó una propuesta a la que bautizó Sara y el halcón, y que fue su entrada triunfal a las pasarelas nacionales. “Gracias a este espacio pude llevar a cabo un proyecto exitoso y gratificante, además de sueños para continuar en el camino”. ¿Su consejo para los nuevos diseñadores que buscan oportunidades o plataformas como esta para dar a conocer su trabajo? “Concentrarse en proponer algo único y diferenciador, seguir las señales y aprovechar las oportunidades”.
En mi mente quedó grabada la colección de Adriana Santacruz, una mujer que diseña piezas atemporales, que ha sabido combinar la moda con la artesanía indígena colombiana y que, gracias a ello, ha creado piezas únicas, de colección.
Natalia Ortiz, fundadora de Tripartita Comunicaciones.