Carolina Sepúlveda-aldea
Ha sido una de las más importantes representantes del diseño paisa en los últimos años. Graduada en diseño de vestuario de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y en el IED de Barcelona, trabajó para Marithé François Girbaud, en Italia, antes de crear su marca Aldea, en 2011, cuando se presentó, de la mano de FUCSIA y “Se busca diseñador” en Colombiamoda. “Lo más satisfactorio de mi participación en el concurso fue –aunque suene un poco cliché– darme cuenta de que ese pedacito de voz que uno tiene, sí es escuchado; es decir, que el alma de uno (a través de lo que uno hace) tiene reflejo allá afuera”.
Y es que sus diseños tienen alma propia, pues la firma ha estado inspirada desde sus inicios en los primeros asentamientos humanos, sus materiales son naturales (usa, sobre todo, lino y algodón) y sus siluetas, orgánicas; además, según ella, las “marcas de autor”, como la suya, son muy dependientes de quien las crea por lo que pueden ser más vulnerables, “pueden estar tristes o muy felices, pueden comportarse como su diseñador”.
Carolina cuenta que ahora tiene más sentido de la responsabilidad con lo que hace, porque sabe que Aldea no es solo una marca de ropa sino su vida y todo lo que hay detrás: su forma de expresarse, su forma de pensar, su forma de sentir. “Al compartirla, siento que tengo un compromiso con los demás y, claramente, conmigo misma”. Hoy no solo vende en Colombia, también en Chile y Panamá. “Mi consejo para los jóvenes diseñadores es que encuentren la forma más interesante de contar su trabajo, y no solo a los demás sino, principalmente, a ellos mismos”.
Esta pasarela significó mucho para mí, pues como vivía en Medellín en esa época fui testigo privilegiado de su trabajo y pude acompañar el proceso de construcción de la colección.
Julián Posada, consultor de marcas.