TERAPIA CON LOS CINCO SENTIDOS
Al recorrido se va sin desayunar, para que haya disposición a probar de todo. Empieza con una parada para comer pandeyucas, pandebonos, buñuelos, almojábanas y avenas. María José aprovecha para hablar de la cultura, las tradiciones navideñas y todo lo que tenga que ver con estas preparaciones.
Con la asesoría de un nutricionista, se empieza por probar las frutas más dulces y poco a poco se va avanzando hacia las más ácidas. El colorido estimula los sentidos. Las sorpresas que causan las texturas y los sabores reviven en los turistas el espíritu infantil y la capacidad de asombro en muchos adormecida. En el intermedio, hay espacio para comer unas papitas criollas con ají, plátano maduro y algún otro frito.
El gran final está a cargo de los jugos más exóticos para los extranjeros, pero más cercanos