Testimonios de transformación
En el más reciente taller de “Respiración ovárica, alquimia femenina”, realizado en la Casa de la Mujer, que dirige Marcela Carreño en Cachipay, Cundinamarca, se dieron cita mujeres de diferentes lugares, pero con la misma intención: avanzar en una búsque
Para Melisa Vargas, una colombiana residente en Santiago de Chile, este sistema es una “autopista de amor propio”. Ella es terapeuta y fotógrafa, y ha participado en varios de estos talleres porque encuentra en ellos una herramienta poderosa para su propia sanación y la de las pacientes con las que trabaja.
“Si tuviera que resumir lo que ocurre en estos encuentros, diría que lo más bello es ir a la profundidad del ser, encontrarnos con la belleza que nos habita y hacerlo de una manera gozosa y alegre”, dice.
Uno de estos talleres lo realizó con su pareja, y agrega: “Esto le ha dado un aroma más integral al trabajo, me ha ayudado a cambiar la concepción que yo tenía acerca de lo masculino. En esa experiencia con mi pareja hubo una transformación muy bella del vínculo sagrado y esto nos lo llevamos al día a día de nuestra relación”.
Carolina Viñola, diseñadora gráfica y orientadora de Constelaciones Familiares, también vino de Chile con su pequeño hijo de dos años para participar de esta vivencia. “Me parece que este es un camino muy honesto del desarrollo femenino porque incluye la sexualidad, el corazón, la mente, meditaciones con el cuerpo. Es decir, incluye el plano terrenal y divino, es un camino muy integral”.
Luego de asistir, la italiana Silvia Marini, quien viajaba por primera vez a Suramérica, dijo que regresa a su vida cotidiana transformada por dentro. “Es un trabajo que abarca muchos niveles, te ayuda a entender muchas cosas de ti misma, mucho más cuando estás cerrado y quieres abrir tu corazón. Y me impactó mucho el hecho de unir la sexualidad con el corazón, porque en nuestra cultura se nos enseña a separar estos dos aspectos”.