El drama de amor y amistad
Las fechas para celebrar el amor son una excusa para fantasear idilios. Más allá de ser un día comercial y aparentemente arbitrario en el calendario, aunque
digamos no esperar nada, debemos admitir que tenemos el corazón ansioso por saber si este año, al fin, aparecerá un Romeo
que se deje ver. Alguien que nos sorprenda con una cursilería casual en algún chat, o que nos invite a tomar algo después de declararnos su evidente amor con un “me gusta” en nuestra primera publicación de 2008. Otras deseamos que nuestro ex aparezca para decirnos que no ha dejado de pensarnos.
Pero ser indiferente está de moda. Culturalmente debemos ser fuertes, bastarnos con nosotras mismas, ser independientes, no necesitar de nadie. ¡Qué va! A veces necesitamos
del otro porque es la forma en que nos reafirmamos social y culturalmente, no como mujeres sino como individuos. Y eso es vital, por
eso, así sea muy adentro, siempre esperamos.
Y no está mal hacerlo. Lo que sí es fatal, casi mortal para el amor, es esperar para dar. Entonces, con los pantalones bien puestos, demostremos
sin miedo que a veces necesitamos pruebas de cariño
y hagámosle sentir a alguien que es nuestro amor en el Día
del Amor y la Amistad.