Sheryl Sandberg, valor frente al dolor
Además de ser la ejecutiva estrella de Facebook, esta exitosa economista dedica buena parte de su tiempo a orientar a las personas en el manejo del duelo, compartiendo el drama que vivió a causa de la muerte repentina de su esposo.
En el 2013, Sheryl Sandberg era una brillante ejecutiva. Tenía uno de los cargos directivos más importantes del mundo como jefe de operaciones de Facebook y estaba casada con David (Dave) Goldberg, el amor de su vida y padre de sus dos hijos. Su nombre figuraba en premios y nominaciones a mujeres destacadas por sus logros corporativos y se convirtió en un referente de liderazgo femenino.
Fue entonces cuando la editorial Penguin Random House la invitó para escribir un libro que recopilara consejos y reflexiones que considerara útiles para ayudar a otras mujeres. La publicación Vayamos adelante. Mujeres, trabajo y la voluntad de liderazgo (Lean in, en inglés) fue un éxito.
Sin embargo, el 1 de mayo de 2015 su vida cambió para siempre. Durante unas vacaciones familiares en una casa playera en Nayarit, México, Dave se levantó en la mitad de la noche para hacer ejercicio en una máquina elíptica y se cayó, dándose un fuerte golpe en la cabeza. Sheryl se despertó y lo encontró tendido boca abajo en el suelo. De inmediato, fue llevado al hospital de Puerto Vallarta, donde llegó sin signos vitales.
Los médicos establecieron que Dave, CEO de la empresa de encuestas online Survey Monkey, había tenido una falla cardíaca que lo hizo perder el equilibrio. Tenía apenas 47 años.
“Yo no podía respirar ni hablar. No sabía cómo explicarles a los niños. El día del funeral mis hijos, literalmente, se desmayaron en medio del llanto. Los abracé y me puse a llorar con ellos en el piso. Todos los días sus lamentos y gritos inundaban la casa y cuando no era así, yo los miraba con ansiedad esperando el próximo episodio para confortarlos. Me preguntaba si alguna vez volverían a ser felices”, recuerda Sandberg.
Durante el primer mes, intentó seguir con sus actividades y fue cuando descubrió la dinámica que daría origen a su nuevo proyecto de vida. “Me encontraba con mis compañeros de trabajo o iba a una reunión, y me sentía invisible. Nadie se atrevía a hablarme
sobre Dave. Yo lo entendía porque, cuando había estado en esa posición, me ocurría lo mismo: sencillamente no sabía qué decir. Pero ese silencio, la actitud de que ‘no pasa nada’ es terrible porque va aislando el sentimiento y a la persona. No queremos poner el tema porque pensamos que remover la herida es malo. Era como tener un elefante en la sala y pretender ignorarlo”.
Entendió que si quería abrirse, debía dar el primer paso y, como jefe de operaciones de una de las plataformas de comunicaciones más exitosas de la historia, no podía hacerlo de otra forma: escribió un post en Facebook para agradecer a la gente por su solidaridad y decir cuánto extrañaba a su esposo. Su mensaje fue compartido más de 400.000 veces y recibió alrededor de 74.000 comentarios, formando un foro de testimonios, relatos y confesiones alrededor de lo que significa llevar un duelo.
SU COMPAÑERO DE FÓRMULA
Semanas después, en una serie de terapias familiares, Sheryl conoció al psicólogo Adam Grant. De todas sus horas de charlas y reflexiones surgió la idea de hacer un nuevo libro que brindara herramientas reales y honestas no solo para quienes estaban atravesando una crisis, sino para aquellos que estaban alrededor y sentían la necesidad de ayudar y apoyar de una manera efectiva.
“Cuando escribí Lean in recibí algunas críticas porque no había dedicado suficiente espacio a las mujeres profesionales que no tienen una pareja que las apoye. Al perder a Dave entendí lo duro que es sobresalir en tu profesión cuando estás sobrecargado en casa”.
Así nació Opción B. Enfrentar la adversidad, construir resiliencia y encontrar la felicidad. El título surgió de una conversación de Sandberg con uno de sus mejores amigos. Sus hijos tenían una actividad escolar a la que debían asistir acompañados del padre. Mientras discutían quién podría ir con los niños a falta de Dave, Sheryl rompió en llanto y dijo: “Pero es que yo quiero que vayan con Dave”. A lo que su amigo respondió mientras le daba un abrazo: “Esa sería tu opción A, pero como no está disponible, ¿qué vamos a hacer? Pues sacarle todo el provecho a la opción B”.
En cuestión de semanas, la publicación se convirtió en un best seller y dio lugar a un movimiento que lleva el mismo nombre y cuenta, entre otras cosas, con una organización sin ánimo de lucro, grupos de apoyo y una página interactiva donde desde el primer momento los usuarios pueden compartir sus experiencias y buscar respuestas.
La palabra clave de su misión es “resiliencia”, a la que Sandberg define como una especie de “músculo que podemos entrenar” y convertir en un salvavidas al momento de enfrentar la adversidad. Por eso proponen que Option B sea una revolución cultural y educativa que se aplique desde la infancia para que las nuevas generaciones se permitan lidiar con el dolor de una forma mucho más sana.
“Hay que compartir el duelo. ‘Llevar la maleta completa al trabajo’ y ser capaz de abrirse con sus jefes, colegas”.