moda y catolicismo
Catolicismo
El Instituto de Moda del MET de Nueva York inaugurará la exhibición Cuerpos celestiales: moda e imaginación católica.
EL COSTUME INSTITUTE DEL MUSEO METROPOLITANO DE ARTE DE NUEVA YORK (MET) INAUGURARÁ EN MAYO LA EXHIBICIÓN CUERPOS CELESTIALES: MODA E IMAGINACIÓN CATÓLICA, UN DIÁLOGO ENTRE LAS PRENDAS Y EL ARTE RELIGIOSO, ENTRE LA CREATIVIDAD Y LA IMAGINACIÓN, ENTRE LO DIVINO Y LO HUMANO.
EMPEZÓ a planearse hace dos años y con la ayuda de la sacristía de la Capilla Sixtina, en Roma. Cincuenta obras maestras eclesiásticas, entre vestimentas y accesorios de más de 15 papas, como anillos y tiaras que datan de los siglos XVIII, XIX, XX y principios del XXI, fueron llevados desde el Vaticano a Estados Unidos para servir como piedra angular de la exposición. Muchas de estas nunca se han visto fuera de la Santa Sede (la última vez que el Vaticano envió un préstamo de esta magnitud al MET fue en 1983 para la exposición
The Vatican Collections).
Estas comparten escena con obras de arte medievales y bizantinas pertenecientes a la colección del MET, que le dan un contexto y una interpretación al diálogo entre la religión y la moda.
Se escogieron también 150 vestimentas de los más famosos diseñadores que se dejaron llevar por el influjo de la iconografía y el estilo de la religión católica: desde Cristóbal Balenciaga, Madame Grès y Elsa Schiaparelli hasta Coco Chanel, Versace, Dolce & Gabbana, John Galliano, Alexander Mcqueen, Valentino o Azzedine Alaïa, por solo citar algunos.
Presente y pasado irán de la mano: una vestimenta de Dolce & Gabbana inspirada en los mosaicos de la catedral de Monreale, en Sicilia, se presentará al público al lado de los mosaicos bizantinos de la colección del MET. Moda y arte se
unen en una conversación constructiva. “La imaginación católica está enraizada y sostenida por la práctica artística y el abrazo de la moda a imágenes, objetos y costumbres sagradas continúa esta relación en constante evolución entre el arte y la religión”, dijo sobre la exposición Daniel H. Weiss, presidente y director ejecutivo del museo.
El trabajo de cada prenda es magistral, ya sea por su diseño, trabajo manual o por las telas usadas. Andrew Bolton, curador de la exhibición, explica que el foco “es una hipótesis compartida acerca de la imaginación del catolicismo y la manera como los artistas y diseñadores se aproximaron a las obras para crear, sin tener en cuenta ningún tipo de teología o de sociología. La belleza es, a menudo, un puente entre creyentes y no creyentes”.
¿CONTROVERSIAL?
El hecho de mezclar arte religioso con moda no deja de ser controversial dado el momento que vivimos, en el que la Iglesia afronta rivalidades internas entre miembros conservadores y liberales. Se podría decir que en la actualidad la religión se está usando como un arma de guerra con una motivación política, como sucede con
“LA BELLEZA ES, A MENUDO, un puente entre creyentes y no creyentes”.
los movimientos yihadistas que azotan Europa y las guerras religiosas en Siria e Irak. Ya en la historia del mundo ha habido otros momentos de quiebre y este es, posiblemente, uno más.
Además, exhibir prendas suntuosas y objetos fetiches podría chocar con la idea de humildad que la Iglesia católica quiere transmitir, por lo que la exposición resulta un poco arriesgada; eso sin contar con que las instalaciones del museo no son precisamente las más discretas ni la ropa de los diseñadores, la más sencilla. Sin embargo, el papel de la cultura es crear diálogos que inspiren comprensión, respeto y creatividad.
Esta manera diferente de entender la moda como arte no se puede convertir en controversia, pues como dice Bolton: “Siempre habrá visitantes que quieran reducir todo a una polémica política”.
Una de las herencias más importantes de la Iglesia católica ha sido ser, por siglos, la promotora y mentora de maravillosas obras de arte y esta es una manera diferente de apreciar nuestros tesoros de la humanidad.