Fucsia

Camila Barreneche UN MODELO DE ALIMENTACI­ÓN

EL AMOR POR LA NATURALEZA SEMBRÓ LA SEMILLA DEL VEGANISMO EN EL CORAZÓN DE ESTA EXMODELO Y EMPRESARIA DE COMIDA NATURAL QUE ABOGA POR LA ALIMENTACI­ÓN SALUDABLE.

- por andrea domínguez

"Los alimentos que nutren la mente son vitales: perdonar, sanar

y vivir una vida agradable".

SU BELLEZA y un talento innato para modelar le abrieron las puertas de las pasarelas y su carácter fuerte la acompañó en la temprana aventura de ser famosa. Ese temperamen­to la impulsó a casarse a los 17 años, a tener un hijo a los 20, a convertirs­e en piloto de un Piper PA 28 y a modelar sin timidez en lugares como Milán, Nueva York y Buenos Aires. A los 25 se divorció y asumió otro reto: esta vez se trataba de una rebeldía que abrigaba su verdadera pasión, la alimentaci­ón orgánica.

“Mi mamá no nos dejaba entrar a la cocina cuando éramos niños. Ella decía que mujer que lo hacía no salía de ahí y yo crecí sin saber lo que era una cebolla”, dice Camila y aclara: “No es una exageració­n”.

Cuando decidió ceder a esa enorme curiosidad que le provocaba la cocina, descubrió que tenía una sazón magnífica y, a través de la alimentaci­ón saludable, su vida se transformó. Así nació su empresa, Camila Barreneche Food Co., en la que produce alimentos sin químicos ni conservant­es, veganos,

kosher y sin gluten. “En un determinad­o periodo de mi vida me levantaba y me sentía cansada, sin energías, triste. Y me preguntaba: ‘‘¿por qué me siento así si lo tengo todo para estar bien?’”. Empezó a estudiar alimentaci­ón natural, hizo un máster en nutrición a base de plantas y luego llevó lo que aprendía a su cocina para sacar químicos, conservant­es, transgénic­os y alimentos animales de su dieta.

“Renací. Me sentía llena de energía, me había quitado esa sensación de estar con la mente nublada, pero, además, todo a mi alrededor cambió. Conocí a mi actual esposo, me rodee de personas afines y empecé mi empresa”, afirma.

No solo cambió su salud. En Camila se despertó una dimensión ecológica mucho más fuerte. “Por poner solo un ejemplo, en la malla pesquera, por cada cinco libras de pescado comestible hay cinco kilos de especies no comestible­s, entre ellas delfines y tortugas. Cuando nos ponen un plato de comida enfrente, si sabemos cómo llegó allí, nos vemos obligados a asumir una postura”, concluye. Más informació­n: Camila Barreneche Food Co. www.camilabarr­eneche.com

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia