LO QUE ellas dicen
NINA GARCÍA, EDITORA JEFE DE LA REVISTA ELLE EN ESTADOS UNIDOS, PASÓ POR EL BOGOTÁ FASHION WEEK, DONDE HABLÓ DE LA NUEVA REVOLUCIÓN DE LA MODA, QUE HIZO TRÁNSITO DE LO SEXY AL RECATO POR INFLUENCIA DEL MOVIMIENTO #METOO.
_ ¿Qué tanto intimidan los seguidores de la moda? Hay quienes creen que son seres superiores... La moda tiene ese poder, pero algunas veces es un espejismo. Debajo de un vestido a lo mejor no hay nada, y eso desencanta.
_ ¿El gran pecado de la moda es tener dinero y vestirse mal? Eso está revaluado. Hay que celebrar la democratización de este sector con almacenes como Zara. No hay necesidad de ir a la casa Dior ni pagar grandes cantidades de dinero por una chaqueta para verse bien.
_ ¡Qué bueno para las clases media y baja! Las redes sociales democratizaron el mundo del vestido. Ahora priman la individualidad y lo ecléctico. _ ¿El concepto de
glamour quedó anclado en el viejo Hollywood y en las revistas de moda? Hace años pensaba que la moda estaba de moda. Ahora no sé. Algunas publicaciones basaron su historia en el concepto de la elegancia. Se olvidaron de que el tema no es de exclusividad sino de inclusividad del ser humano.
_ Muchas mujeres colombianas muestran mucha piel. ¿Es bueno o es malo? Eso es cultural. Lo cierto es que #Metoo, con su discurso contra la agresión sexual, cambió la conversación en el mundo de la moda. Las nuevas tendencias ahora son más recatadas.
_ ¿Entonces está de moda ‘el beata-chic’? En las pasarelas recientes los diseños son más conservadores, que es diferente.
_ ¿En aras del minimalismo y de estar impecable, la gente se ve más aburrida? Cada quien decide cómo comunicar o proyectarse.
_ ¿Qué momento histórico reflejan las nuevas tendencias? Un tiempo de optimismo y de oportunidades.
_ ¿Qué prenda no se pone ni a palos?
Unos zapatos Crocs.
_ ¿Su mundo sigue siendo ególatra al decir si estamos o no bien vestidos? Ya no. Prima el respeto a la individualidad.
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