Hablar de sexo con papá
MUCHOS PADRES NO SABEN CÓMO ABORDAR CON SUS HIJAS TEMAS RELACIONADOS CON LA SEXUALIDAD. ¿QUÉ HACER ANTE LAS PREGUNTAS INCÓMODAS? ¿POR DÓNDE EMPEZAR? HABLAN LOS EXPERTOS.
Por qué es importante que no solo la madre, sino también el padre, converse con su hija sobre este trascendental tema.
TODOS ESTÁN sentados a la hora de la comida. De postre, la niña de 7 años lanza inocentemente una pregunta sobre la mesa: “Mami, ¿qué es vulva?”. ¿Cuántos no hemos vivido escenas parecidas a esta? En el mundo hiperconectado en el que vivimos muchos niños y adolescentes obtienen respuestas a cuestiones esenciales de Google antes que de sus propios padres y todavía son muchos los hogares en los que tocar cualquier tema de sexualidad es más difícil que ahondar en las teorías de la física cuántica.
La lectura que un niño hace de las usuales reacciones de vergüenza y evasión que tienen algunos padres es que hay algo malo en preguntar sobre “eso”. Y entonces, una nueva generación empieza otro ciclo de tabúes e inhibiciones frente a un tema que debería tratarse sin eufemismos, sin temores y sin tapujos. Años después, los roles suelen invertirse. De pronto el padre, que jamás ha hablado de sexo, pretende poner el cuaderno al día en una charla abierta y entonces es la hija o el hijo adolescente quien desearía que la tierra se abriera ahí mismo y se lo tragara para siempre.
DEL SONROJO
A LA NATURALIDAD
Pero si tantas cosas han cambiado desde que a la sexualidad se le veía como una tentación innombrable, algo de lo cual avergonzarse o a lo cual temerle, ¿por qué aún hoy, varias generaciones después, es tan difícil encontrar un diálogo fluido sobre el tema entre padres e hijos?
La psicóloga clínica Claudia Sánchez, experta en terapia familiar sistémica, explica que el origen de esta ruptura en la comunicación parte de la propia dificultad que tenemos los adultos para hablar del asunto. “Nosotros crecimos en un entorno en el que ‘de eso no se habla’; muchas veces ni siquiera tenemos las palabras adecuadas en nuestro vocabulario para charlar asertivamente con nuestros hijos. Entonces hay que empezar por informarse y por definir qué temas vamos a tratar con ellos de acuerdo con la etapa en la que se encuentran”.
Esa es una tarea que han intentado hacer en casa de Juliana Molina. Ella y su esposo, Camilo, tienen tres hijos de 10, 7 y 5 años, con quienes han trabajado desde pequeños para construir un puente sólido de comunicación que les sirva a lo largo de su crecimiento para abordar los diferentes temas que atañen a la sexualidad.
Juliana es la creadora del blog ‘Mamás al ataque’ y se ha dedicado activamente a la formación en disciplina positiva. “He venido entendiendo que la sexualidad no es un tema que se hable a una edad en particular, sino que es cotidiana y nuestra fuerza creativa; desde ahí florecen no solo la genitalidad y sus cuidados, sino la posibilidad de explorar y ver nuestro propósito de vida”, expresa.
En su opinión, la educación sexual ha estado limitada por largo tiempo a nombrar métodos anticonceptivos y de prevención de enfermedades, pero la visión de la sexualidad que han tratado de transmitir a sus hijos es más amplia que apenas su carácter reproductivo. “Un día, mi hijo de 10 años –que ya sabía que los bebés se conciben al hacer el amor– se quedó pensando en que en la casa son tres hermanos y me preguntó: ‘Mami, ¿entonces tú has hecho el amor tres veces?’. A partir de esa pregunta, abordamos otro aspecto de la sexualidad: que no es solo reproductiva, también una expresión del amor entre dos personas y una fuente de sensaciones placenteras que no tienen por qué ser vistas como algo malo”, expresa. LOS PADRES
TAMBIÉN HABLAN
Frente al rol que su esposo ha jugado en la educación sexual, Juliana explica que aunque a ella se le dio naturalmente hablar más con sus hijos en el día a día, poco a poco él se fue involucrando y, actualmente, hay temas que aborda con mayor frecuencia, en especial con su hijo mayor. “Es obvio que por identificación para Camilo va a ser más fácil hablar con mi hijo del cuerpo masculino o de otros temas, pero también creo que es importante que el padre no evada el diálogo sobre sexo con sus hijas; que no se vuelva un tabú en la casa que a la niña le llegó la menstruación o que tiene tales preguntas sobre esta”, puntualiza.
Como psicóloga escolar al frente del bienestar estudiantil de 550 alumnos del colegio Virrey Solís de Bogotá, Nubia Cifuentes considera que las bases de una buena educación sexual se establecen cuando los papás y las mamás trabajan en sí mismos, sanan
“NO SIENTA MIEDO A NO TENER RESPUESTA. SI UN HIJO NOS
claudia sánchez.
sorprende con alguna pregunta que no sabemos resolver, podemos decirle: ‘Voy a investigar y mañana te respondo’”,
A los adolescentes hay que hablarles claramente
sobre prevención de enfermedades de transmisión
sexual y embarazo.
sus heridas emocionales y se disponen a escuchar a sus hijos sin juzgarlos.
“Creemos que la responsabilidad principal en la formación de los hijos está en la familia; ahí se sientan las bases. Después está el ámbito escolar, que debe complementar esa formación, pero ninguna interacción o información que se le brinde a un niño o a un joven será tan bien recibida como cuando es ofrecida por un papá o una mamá amorosa y presente. De ahí que en las escuelas de padres que realizamos, en lo que más hacemos énfasis es en que es fundamental establecer una relación de confianza desde que los hijos son pequeños; no podemos pretender que al llegar a la adolescencia nos confíen sus preguntas o sus vivencias si durante la infancia no estuvimos realmente presentes”, expresa la psicóloga.
Para el profesor Luis Miguel Bermúdez –docente del Colegio Gerardo Paredes, quien implementó un currículo de educación sexual que ha logrado reducir a cero el número de embarazos adolescentes en una institución en la que hace 12 meses 70 niñas solían dar a luz cada año– hay un valor agregado en que los hombres se involucren en las conversaciones sobre sexo. “Con los hijos hay una identificación natural, pero a las hijas les puede servir mucho la perspectiva que su papá les puede dar para ayudarlas a entender por qué, por ejemplo, un varón en el colegio actúa de determinada manera con ellas”, expresa..