Pesas arriba, DEPRESIÓN ABAJO
ESTÁ COMPROBADO QUE EL EJERCICIO AYUDA AL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN, PERO EL QUE SE LLEVA EL PRIMER PUESTO COMO EFICIENTE COADYUVANTE ES EL ENTRENAMIENTO CON PESAS.
LOS HECHOS son los siguientes: el doctor Brett Gordon, kinesiólogo especializado en entrenamiento y estudiante de posgrado del Departamento de Educación Física y Ciencias del Deporte de la Universidad de Limerick, en Irlanda, publicó este año en la revista JAMA Psychiatry un metaanálisis acerca de los efectos del ejercicio de resistencia, como las pesas, sobre los síntomas de la depresión. En conclusión, encontró que este tipo de ejercicio puede servir como una alternativa o como coadyuvante para la reducción de los síntomas. ¿Por qué es tan importante? La nueva investigación analizó los mejores estudios que se habían realizado al respecto antes de febrero de 2017. El doctor Gordon encontró 33 que cumplían con los criterios de su búsqueda, los cuales involucraban a casi 2000 hombres y mujeres de diversas edades, algunos de los cuales habían sido diagnosticados con depresión. Las conclusiones de la pesquisa fueron que el entrenamiento de resistencia redujo significativa- mente los síntomas asociados a la enfermedad, tanto en pacientes diagnosticados como en aquellos que no.
Según María Clara Rodríguez Salazar –psicóloga, magíster en ciencias del movimiento humano y directora de la especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio en la Universidad El Bosque–, quien conoce muy bien el estudio, en los dos casos las personas afirmaron, independientemente de la edad, el sexo o el estado de salud, que entrenar con pesas las hacía sentir más tolerantes, animadas y de mejor humor y, lo más importante, era menos probable que quienes padecían este trastorno desarrollaran los síntomas.
“Han sido casi 15 años y solo tengo agradecimiento por el deporte. Satisfacciones personales, diversión y aumento de la autoestima en un ciento por ciento. Puedo decir que mi vida sería otra si no hubiera conocido un gimnasio. Mis inicios fueron producto de intensos problemas personales, entre ellos, una fuerte depresión por no tener trabajo, decepciones amorosas y negocios fallidos que se convirtieron en un coctel mortal para mi salud y mi existencia terrenal. Sin embargo, encontré refugio en un ‘par de pesas’ y todos esos pensamientos negativos los usé como gasolina para mis entrenamientos. Hoy puedo decir que funcionó”, cuenta Alejandro Bendeck, ingeniero electrónico, investigador del metabolismo y la nutrición, y máster en suplementación deportiva.
Pero no solo se trata de su experiencia, él también nos habla de otra investigación. “Según un estudio publicado en la revista Neuropsychopharmacology, el ejercicio aumenta la producción de serotonina, la cual hace parte del llamado cuarteto de la felicidad. La sensación de bienestar y el incremento en la confianza y la vitalidad producida por este tipo de ejercicio nos lleva a mantener una vida equilibrada, saludable y, sobre todo, un estado anímico y físico en óptimas condiciones”..