Claudia López: "inspiramos, unimos y ganamos"
La alcaldesa electa de Bogotá desvirtúa la opinión de los que la consideran implacable y gritona.
LA RECIENTEMENTE ELEGIDA ALCALDESA DE BOGOTÁ POR ALIANZA VERDE DESVIRTÚA LA OPINIÓN DE QUIENES INSISTEN EN ENCASILLARLA COMO UNA PERSONA DURA, IMPLACABLE Y GRITONA. ESTA POLITÓLOGA, QUE SE RÍE CUANDO LE RECUERDAN QUE SU SEGUNDO NOMBRE ES NAYIBE, RECIBIÓ EL APOYO DE 1’097.728 CIUDADANOS Y DESDE EL 1 DE ENERO DE 2020 LLEVARÁ LAS RIENDAS DE LA CAPITAL, DURANTE LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS.
EN SU discurso del 27 de octubre recalcó que viene de una familia hecha a pulso. Siempre que puede lo hace. Desde que inició la carrera pública, hace cinco años, ha dicho que su fortaleza es su historia de vida. “Soy una colombiana humilde como la mayoría, hija de un padre que no había terminado el bachillerato, de una madre que estudiaba para ser maestra, y parte de una tropa de seis hermanos con quienes compartía hasta la ropa”.
Con mucho esfuerzo fue al colegio y a la universidad, y se define como el ejemplo viviente de que entre el amor y la educación se sale adelante. Sus padres, Reyes Elías López Ruizes y María del Carmen Hernández, le enseñaron a ponerse en el lugar del otro, “que hay personas en peores circunstancias”. De ellos aprendió las bondades de estar al servicio de los demás y por eso le gustó la política.
De ella, han dicho que se cree
Juana de Arco, una iluminada, la adalid de la justicia. Eso no la intimida. El país la conoció por sus investigaciones sobre la parapolítica en 2005, y antes publicó varias columnas en El Tiempo, La Silla Vacía y Semana.com; también fue invitada frecuentemente como analista en otros medios de comunicación y fungió como consultora de Naciones Unidas.
Su independencia, rigurosidad y el arrojo al hablar la llevaron a obtener una de las votaciones más altas de las mujeres que aspiraron al Senado. Fue el 9 de marzo de 2014, y ese día estaba cumpliendo 44 años. Pero cinco meses antes de su primer triunfo político, se enfrentó a lo que pudo haber sido su derrota contra la muerte: en octubre de 2013 se hizo un control médico de rutina y en la mamografía le apareció un tumor. Le diagnosticaron cáncer de seno.
En ese momento su médico la tranquilizó, porque estaban a tiempo y era tratable. Sin embargo, le advirtió que debía operarse inmediatamente. Claudia siguió las indicaciones y a los ocho días estaba en el quirófano. La intervención salió bien, pero cuando apenas llevaba una semana de recuperación la llamaron de la Unidad de Protección para informarle sobre otra amenaza en contra de su vida. El exgobernador de La Guajira, Juan Francisco “Kiko” Gómez, de quien ella afirmó tenía vínculos con una Bacrim, le había puesto precio a su cabeza: 200 millones de pesos.
En solo 15 días estas noticias le movieron el piso, pero no la derrumbaron. Dice que esa fortaleza le viene del amor, de ser parte de una familia unida y de tener una pareja estable. Por eso también la han cuestionado. En 2014 un abogado demandó su
investidura como senadora por tener una relación con la representante a la Cámara Angélica Lozano Correa, con el argumento de que la ley prohíbe que dos personas que tengan una unión marital de hecho sean congresistas por un mismo partido político. Nunca prosperó, porque en realidad son novias, cómplices y compañeras de lucha.
La fotografía del beso con el que celebraron la Alcaldía de Bogotá fue tendencia en las redes sociales, muchos a favor, pocos en contra. Nada la ha detenido. Para ella, tener liderazgo nunca ha sido quedarse esperando a ver si algún día el mundo es como ella quiere que sea. Ella no es lo que muchos esperaban de la primera mujer que ocupa el segundo cargo público más importante del país.
¿Ha sufrido mayor discriminación por ser mujer que por ser homosexual? “Sí, claro. No tengo condiciones étnicas de discriminación, pero nací en una familia humilde. Sé qué es que lo miren a uno de reojo porque es pobre, o que todo en la vida sea más duro porque soy mujer y tengo que demostrar que soy capaz. Mi carácter es en parte producto de eso, porque siempre estoy a prueba. Son los desafíos de la vida y es doloroso, pero es lo que me formó para querer ser de las mejores”. Lo logró. Λ