GUATEMALA: EXPLORANDO EL CORAZÓN MAYA
El país de la eterna primavera es uno de los grandes tesoros de Centroamérica en donde la identidad maya late en cada esquina, y el legado cultural convive con paisajes alucinantes. Aquí, un pequeño recorrido para quienes buscan un destino inolvidable.
ANTIGUA
Joya colonial y Patrimonio Cultural de la Humanidad, esta ciudad de ritmo pausado y de bellísima arquitectura es una parada imperdible. Es el punto más turístico del país, y su encanto está impreso en monasterios, iglesias, fuentes y plazas, adornados de jacarandas en flor. Un viaje en el tiempo.
LAGO DE ATITLÁN
Desde Ciudad de Guatemala o desde Antigua, resulta fácil llegar al imponente lago custodiado por tres guardianes: los volcanes de San Pedro, Tolimán y Atitlán. Tiene una energía especial; basta vislumbrarlo para sentir la paz que de sus aguas emana, la fuerza que sus volcanes imponen y la sabiduría de los pueblos zutujil, kaqchikel y k’ichel. Atitlán es la combinación perfecta entre la imponencia de la naturaleza y el retumbar de una cultura viva que, a pesar de la historia turbulenta del pasado, se resiste a perder sus raíces.
CHICHICASTENANGO
En este pequeño pueblo entre las montañas, en la región del Quiché, se dan cita artesanos, campesinos y comerciantes. Los jueves y domingos se transforma en uno de los mercados más coloridos de América. Chichi, como lo llaman los locales, es un espectáculo de color y textura. Las infinitas variedades de textiles provenientes de todas las regiones de Guatemala se mezclan con los olores de las hierbas, frutas y vegetales frescos. Un paraíso para quienes quieran conocer de cerca la artesanía local y apreciar la diversidad étnica y cultural de la región.
ISLA DE FLORES
En medio de calles empedradas y casas coloridas, Flores es un gran lugar para tentarse por los manjares locales de los restaurantes cercanos al puerto, y dejarse contagiar de la amabilidad y ritmo tranquilo de sus habitantes. Es también el punto de partida hacia una de las maravillas arqueológicas más impresionantes del mundo maya: el complejo de Tikal.
TIKAL
Construido por un periodo de casi novecientos años, Tikal surge en medio de la selva como el eco certero del poder y grandeza de antiguos habitantes de estas tierras. Este centro económico, político y religioso vio su decadencia y abandono a la par del colapso de la civilización maya. Recorrerlo con calma y subir a sus templos y pirámides de más de 44 metros de altura entre la selva produce el vértigo de saberse muy pequeño, en medio de una historia que continúa sin ser contada y apreciada como se debería.