Pedro Santos Lo bueno y lo malo de salir de clóset
Al finalizar el mes del orgullo gay, el hijo menor del exvicepresidente Francisco Santos hace un recuento de lo que ha sucedido en su vida después de revelar públicamente su homosexualidad.
Cuando Pedro Santos
salió en la portada de get-set en septiembre de 2016 y habló abiertamente sobre su homosexualidad, su mamá María Victoria García le dijo: “Me parece bien que lo hayas hecho pero debes asumir las consecuencias, porque se viene una oleada de acontecimientos que te van a cambiar la vida”. Ahora que ha pasado casi un año, Pedro reconoce la sabiduría materna y acepta que los zapatos que se puso han sido difíciles de llenar. Las ofertas de trabajo le llovieron. Lo llamaron de las emisoras más reconocidas del país para que contara su historia y en una de ellas hasta le propusieron hacer su propio programa radial. La espuma de su fama subió rápido, pero de la misma manera se desvaneció. Su regreso al país, después de vivir tres años en Nueva York, tiene un trasfondo más importante que el reconocimiento en los medios de comunicación. Pedro está enfocado en sacar adelante su fundación, un proyecto de vida con el que quiere ayudar a través del arte, que desarrolló en la infancia junto a su mamá que es pintora, y que fortaleció en sus años de estudios de fotografía y cine en la School of Visual Arts, de Manhattan.
¿Qué significó salir del clóset? –Realmente tuve dos salidas: la primera fue a los 14 años con mi familia y mis amigos. La segunda, que fue frente a todo el país, significó ‘ponerme los pantalones’. Cuando uno se acepta y deja atrás las máscaras se reafirma como persona. Eso no solo debe aplicar para los de la comunidad LGBTI. Se me abrieron algunas puertas y entré en el radar de mucha gente.
¿Cuáles fueron las primeras ofertas de trabajo que recibió? –Cuando me propusieron tener mi propio programa radial me entusiasmé tanto que decidí regresar a Bogotá. Me tiré al vacío, me arriesgué y me di el primer totazo. Aprendí que no se pueden hacer planes sobre promesas. También estuve a punto de hacer parte del reality de RCN Soldados 1.0, pero ahora agradezco que no haya salido, porque los dos meses que estuvimos en conversaciones me quitaron mucho tiempo y esfuerzo. Como iba a estar fuera de Bogotá entregué el apartamento que tenía alquilado, y solo faltando una semana para empezar las grabaciones me dijeron que el proyecto se ponía en riesgo si yo participaba.