HÉCTOR ABAD. REPORTERO EN EL TOUR DE FRANCIA.
El columnista de El Espectador hizo parte del equipo de Noticias Caracol que cubrió la competencia ciclística más importante del mundo. Durante 20 días siguió cada pedalazo en las carreteras francesas y desde allá transmitió en su estilo de escritor la em
El autor de El olvido que seremos hizo parte del equipo de Noticias Caracol que cubrió la competencia ciclística. Él transformó la carrera en un viaje a lugares insólitos.
Los televidentes
de Noticias Caracol se sorprendieron al ver al autor de El olvido que seremos, en la sección de deportes. Desde Troyes, donde expresó la felicidad de estar por primera vez en el cubrimiento de una competencia ciclística y precisamente en el Tour de Francia. En vivo y en directo, calentó para hacer su primer informe, igual que hacen los deportistas. “El tour no es solo una carrera, es un viaje que nos lleva a lugares insólitos”, dijo. Siguió a los 198 competidores y se fue a Besançon, al oriente de este país. Allí descubrió la calle en la que nacieron los inventores del cine y uno de los más grandes poetas y novelistas de Europa: “Los hermanos Lumière pensaban que su invento no tendría ningún futuro. Víctor Hugo no sabía que su idea de la Unión Europea se realizaría”, narró frente a las cámaras.
A ese informe televisivo hecho con pedalazos de arte e historia le siguieron seis más. Cuando quiso averiguar sobre la evolución del periodismo en el tour encontró entre los 2.000 comunicadores acreditados a Gianni Mura, un cronista que ha
estado en 50 de los 104 tours de Francia. El italiano lo sorprendió con la particularidad de que sigue escribiendo sus informes en su descontinuada máquina Olivetti azul. También contó la historia de Gino Bartali, apodado ‘Il Ginettaccio’, quien fue célebre no solo por sus dos triunfos en Francia, sino por salvar a 800 judíos italianos de ser deportados a campos de concentración en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial.
Javier Hernández Bonnet, director de deportes de Caracol Televisión, contó que en una reunión, los directivos del canal, decidieron aprovechar que el escritor estaba en Europa, para proponerle que se uniera al equipo: “Siempre pensé que esta carrera ciclística llena de leyendas necesitaba de alguien que las supiera contar. Un escritor de la talla de Héctor Abad le da otra cara al cubrimiento, ya que suma sus conocimientos históricos con la goma de un aficionado”.
Abad, autor de novelas traducidas al inglés, portugués, italiano, chino, francés y alemán, es un confeso apasionado por el ciclismo que recuerda con nostalgia la Vuelta a Colombia en los años sesenta y setenta. Siempre revive la emoción que sentía en su casa de Medellín cuando él, el único hombre entre seis hermanas, se sentaba a oír las etapas comentadas por Julio Arrastía Bricca en la radio. Nunca se olvidará de la publicidad “gritada con gracia” por los locutores, ni de las hazañas de los escarabajos nacionales en contraste con el fracaso de casi todos los europeos que según él: “Se atrevían a venir a correr en la humedad del trópico y en la altitud paramuna de nuestras montañas”. Durante su periplo de 21 etapas por Francia, que incluyó una visita al Santuario de Lourdes en donde recogió agua para bendecir a los ciclistas, también le preguntó a Rigoberto Urán sobre las dificultades: “Duelen las patas demasiado, llega un momento en el que se supera el umbral de dolor que uno ya ni ve ni entiende”, respondió el ciclista. Ese día en su columna de El Espectador, con la misma emoción con la que narraría si fuera locutor, Abad Faciolince prestó su buena pluma para contar los últimos 100 metros de la novena etapa de la competencia, esa que Rigoberto ganó después de que el FOTOFINISH lo aclaró: “Parece que va a ganar, pero en el último instante, desde la derecha, llega su karma, Barguill, que celebra la victoria. Rigo piensa, y dice después: ‘Qué güevonada, me volvió a ganar en el último centímetro, como en España’”. El colombiano de Urrao, Antioquia, que el escritor dice que se parece a Mick Jagger, acababa de ganar la etapa más dura del Tour de Francia.
El escritor siempre ha dicho que el ciclismo es el gran deporte de Colombia. También ha fantaseado con que si fuera alcalde de Cómbita o Urrao, haría rutas para bicicletas por los sitios en los que Nairo Quintana y Rigoberto Urán entrenaron y se hicieron grandes. Esa será
etapa.• otra
“Colombia es una potencia ciclística mundial porque los niños de hace 30 o 40 años nos emocionábamos con Cochise ganando un mundial de pista o una etapa del Giro de Italia”, escribió Abad.