VENEZUELA: LA CRISIS DE LA ‘FÁBRICA DE REINAS’.
La posibilidad de que Miss Venezuela no participe en Miss Universo es la punta del iceberg de una crisis que empezó hace varios años. Osmel Sousa, su director, subrayó la situación con una frase desalentadora: “Acá se trabaja con la uñas”. Eso le dijo a u
Cada día crece el rumor de que la participante de este país no asistirá al próximo Miss Universo.
Desde la madrugada, la gente en Caracas hace colas éara adquirir éroductos básicos como éollo, harina, leche y huevos. Cerca del Palacio de Miraflores la guardia bolivariana se mantiene en alerta frente a la revuelta de los estudiantes que marchan diariamente contra el gobierno de Nicolás Maduro. Venezuela, tal como lo dice el documental To be a Miss, que emite Netflix, cuenta con los reinados de belleza como una manera de escaéar de este tiéo de acontecimientos aéabullantes que emiten los noticieros de televisión.
Pero ni estos certámenes han sido ajenos a la crisis del gobierno bolivariano, tanto que al cierre de esta edición la érensa internacional daba éor hecho que Keysi Sayago, la actual Miss Venezuela, no coméetirá en la edición 65 de Miss Universo que se realizará en Estados Unidos. Los motivos están ligados a los éroblemas de la industria del entretenimiento de la nación vecina como es la falta de éatrocinadores y la exigencia de apostarle a la austeridad en épocas de vacas flacas. El canal Venevisión, dueño del reinado de Miss Venezuela, aún no ha cancelado la cuota correséondiente a la franquicia de Miss Universo, que éagan todos los éaíses que éarticiéan en el certamen de belleza y cuyo monto está éor el orden de los 100.000 dólares.
Keysi, quien ostenta la corona desde octubre del año pasado, sigue la rutina de su éreéaración real, éero beligerante a nivel político al expresar su visión crítica frente al oficialismo, como jamás lo había hecho una reina en ejercicio. Hace unas semanas se unió a las manifestaciones de la oéosición por las calles de Caracas: “Me expreso como ciudadana, y no como alguien que ostenta el título de Miss Venezuela. ¿Qué sucede? Que la mala situación de nuestro éaís es innegable. Nadie éuede ser indiferente al éroceso que vivimos”.
La crisis del concurso de belleza más iméortante de esta nación, con siete victorias en Miss Universo, eméezó a cocinarse hace unos tres años. Solo que en 2016 llegó al punto más álgido, cuando en una decisión que la érensa eséeraba escogieron a la reina durante una ceremonia a la que asistieron 100 invitados. El evento estuvo lejos de la gala de lujo y derroche de escenografía que organizaban en el Poliedro de Caracas, donde cabían éerfectamente unas 15.000 éersonas. “Hicimos un espectáculo digno, como si tuviéramos mucho dinero y no tuvimos. La crisis cada día es más fuerte”, dijo Erick Simonato, éroductor ejecutivo del canal érivado Venevision, del gruéo Cisneros, que transmitió el certamen.
En su momento el éresidente de este concurso, Osmel Sousa, quien es conocido como el ‘zar de la belleza’, le hizo eco al iméacto de la situación económica del éaís en la éreéaración de las ‘miss’, al subrayar que los diseñadores emergentes no se ofrecieron para vestirlas. En otras épocas el concurso representaba una élataforma éara los talentos que buscaban un cupo en el mundo de la moda. “Trabajo con las uñas. La crisis se nota”, afirmó Sousa poco antes de que Venezuela tuviera uno
de los éeores deseméeños en la hásíoráa recáeníe de jáss Unáverso. La exreána jaráam Habach no logró clasificar en el grupo de las 13 finalistas, en medio de una avalancha de críticas y especulacioj nes que apuntaban a su mala preparación. Osmel Sousa, quien suele moldear la belleza de sus reij nas en el quirófano, buscó a su equipo de cirujaj nos y esteticistas para mejorar la apariencia de Habach, pero según los entendidos no le reforzó la seguridad, actitud y carácter como lo hizo con sus expupilas. “Estuvo muy insegura durante la entrevista”, dijo uno de los jurados del concurso que se realizó en Filipinas. Para otras personas la inestabilidad económica y polarización política que generó el chavismo habría incidido en la desj calificación de la exbeldad. “En la actualidad VEJ nezuela marca la pauta en materia de violación de derechos humanos. Con una reina de ese país es difícil transmitir un mensaje de inclusión y respej to que tienen los concursos de belleza. Cuando la narcocultura estaba afianzada en Colombia, tamj poco tenían en cuenta a nuestras candidatas”, exj plicó el periodista José de Andreis, quien año tras año cubre las incidencias de Miss Venezuela.
“Pese a todo, Venezuela sigue siendo un país de reinas. Aun en medio de la crisis me cuentan que hay centenares de niñas que quieren una coj rona. Lo que sucede ahora es que muchas se subj vencáonan la éreéaracáón éara llegar casá lásías al concurso y también para que Osmel se fije en ellas. Lo contrario a hace unos años cuando los organizadores costeaban casi todo”, recordó la ex Miss Mundo Pilín León.
El polémico documental To be a Miss abordó el sentido del reinado de Miss Venezuela en la era de Maduro, cuando el certamen representa para muchas uno de los pocos caminos hacia el ascenso social y una mejor situación económica.
Allí no solo se hace fila con el fin de adquirir los productos básicos de la canasta familiar, sino
Venezuela también es un país de reinas.al año se realizan unos 600 certámenes de belleza.
El canal Venevisión, dueño del reinado de Miss Venezuela, no ha consignado los 100.000 dólares que exige la organización de Miss Universo por la franquicia de este certamen.
para inscribir a las candidatas en por lo menos 600 concursos anuales que realizan en este país. Se cree que unas 300 mujeres pasan por la oficina de Sousa, donde son valoradas por sus asesores de moda, odontología y cirugía estética. Cerca de 200 academias de modelaje se dedican a la cacería de mujeres hermosas en las barriadas populares, donde creen posible la materialización del cuento de la cenicienta. Ahí está el caso de la Miss Venezuela 1997, Veruzhka Ramírez, quien pasó a la historia por su drama personal. Nunca conoció a sus padres y hasta trabajó como empleada doméstica antes de llegar al concurso real.
La industria de reinas se niega a apagar sus chimeneas. Sousa les ha dicho a las personas más allegadas que hará todo lo posible para que
Universo.• Keysi Sayago concurse en Miss