Los nietos que Diana no pudo mimar
“Es aterrador sincerarse tanto en cámara, pero atravesar por esto ha sido sanador”, explicó William sobre el documental para honrar a su madre.
Tanto él como Harry han impresionado este año al revelar en varias entrevistas cómo tuvieron que pasar estas dos décadas antes de sentirse capaces de hablar de Diana entre ellos y con el público que la adoraba. Su repentina muerte fue como “un terremoto”, pero este aniversario es el momento indicado para abrirse y compartir su felicidad y calidez, opina el príncipe. “Queremos celebrar su vida, este es un tributo de sus hijos (...) Es sobrecogedor sincerarse tanto en cámara, pero atravesar por esto ha sido sanador”, indicó el nieto de Isabel II.
Los hermanos de Gales rememoran en el programa cómo atravesaron la desaparición de su mamá en un accidente de auto en París. En su caso, William pensó que a Diana no le habría gustado que ellos se amargaran. “Me mantuve ocupado en mis cosas, lo que fue bueno y malo a la vez, pero me permitió pasar por el shock inicial”.
William prefirió mantener en secreto las últimas frases que Diana le dijo por teléfono antes de morir y aclaró: “No volveremos a hacer esto otra vez. No hablaremos tan franca y públicamente nunca más de nuestra madre, porque sentimos que, con suerte, este programa aportará el otro lado de la historia, con cosas que no se habían oído antes, contadas por sus familiares y amigos, los que la conocían mejor y quieren proteger su memoria”.
Los Windsor buscan presentarles a Diana a las nuevas generaciones y para William ello incluye a sus hijos con su esposa Catherine, George y Charlotte, de 4 y 2 años. Si alguna lección aprendió de su madre es precisamente la importancia de esos primeros años de vida.
El duque de Cambridge habla a menudo en el documental de “Granny Diana”, la abuelita Diana, a quien imagina en ese papel como una “absoluta pesadilla”: “Habría amado a mis niños con locura (...) Se presentaría a la hora del baño de sus nietos, armaría la diversión con burbujas y agua por todas partes y después se iría”. Eso no sucederá, pero William cultiva en los principitos el recuerdo vívido de la abuelita muerta con muchas fotos de ella por toda la casa y hablándoles a menudo de Lady Di, en especial a la hora de irse
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“Como abuela, mi madre sería una absoluta pesadilla. Se aparecería a la hora del baño, divertiría a sus nietos regando burbujas y agua por todas partes y luego se iría”.