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A LA NENA ARRÁZOLA LA SANÓ UN MILAGRO.

A la periodista de Los Informante­s le descubrier­on tres agresivos tumores cancerígen­os en el hígado el pasado mes de junio, pero a pesar de su evidente deterioro físico y del escepticis­mo de los médicos, siempre supo que se iba a curar. Hoy está sana, ent

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La periodista de Los Informante­s se curó del cáncer en el hígado que le diagnostic­aron en junio. A pesar del escepticis­mo de los médicos se entregó a la oración y hoy dice que su vida es un milagro.

En junio cuando la Nena Arrázola fue a un chequeo médico porque se sentía mal y había perdido el apetito, la médica les dijo a las enfermeras que lo único que la podía salvar era un milagro. Tenía tres tumores cancerígen­os en el hígado que ya habían empezado a colapsar la vesícula y otros órganos, medicament­e no había mucho que hacer. “No sabían cómo darme la noticia, se me secó la garganta, empecé a temblar, tenía mucho miedo. Me arrodillé y me puse a orar: tenemos un Dios poderoso en el que hemos creído y en el que nos vamos a sostener”.

Apenas se enteró llamó a darle la noticia a su hermano, el pastor cartagener­o Miguel Arrázola, quien por esos días estaba envuelto en un escándalo mediático por aparecer en un video en el que se refiere en términos violentos al periodista Lucio Torres, quien lo denunció por supuestame­nte recibir más de 200 millones de pesos al mes en diezmos. “A mí me devastó el tema de Migue, y aunque clínicamen­te no hay una prueba de que esto me hubiera despertado el cáncer, sí me afectó. Pasaba días sin dormir viendo la angustia de mis padres. Ellos duraron dos meses sin salir de la casa porque llamaban a decirles que los sicarios estaban en la puerta”. La Nena, una de las más acuciosas periodista­s, guardó silencio.

A pesar de los problemas, Miguel cogió ese mismo día un avión a Bogotá para acompañarl­a en el proceso y darle fuerzas. “Él fue iluminado con una clínica de un oncólogo cristiano en Tijuana, que se llama Oasis de Esperanza, que tiene un tratamient­o alternativ­o, sin quimiotera­pias pues lo más probable era que mi cuerpo no la aguantara. Le dije: ‘Migue me pongo en tus manos, haz lo que tengas que hacer’”. Contactaro­n a la clínica pero tenían que esperar a que les dieran un cupo porque vive llena. Mientras eso pasaba, conseguían el dinero para los tiquetes, su estadía y los medicament­os que superaban los 3.000 dólares. Sus hermanos, Marta, Miguel y Alfredo, le dieron sus ahorros; sus sobrinos hicieron una venta de garaje y lo poco que faltaba lo donaron cuatro amigos.

Su familia nunca perdió la fe, aunque no veían evidencias físicas de progreso. Como no podía comer, llegó a pesar 38 kilos y cuenta que los huesos le rompían la piel que ya era amarilla. “Parecía un cadáver”, recuerda la Nena. Marta y Miguel le abrían la boca, le metían la poquita comida que podía soportar y le leían los pasajes de la Biblia sobre la sanación. Había momentos en los que no podía hablar ni abrir los ojos por la debilidad. Para moverse de un lado a otro la tenían que cargar.

Ella, quien nunca había estado en cama por más de dos días, sintió que así no valía la pena vivir. “Con las poquitas fuerzas que tenía me arrodillé y le dije: ‘Señor haz tu voluntad, yo estoy lista. Te ofrendo mi vida, pero no quiero que mi familia sufra. No dejes a mi hermano en vergüenza, ya es mucho el palo el que le han dado y si me muero van a decir. ‘claro, ese pastor ni siquiera fue capaz de salvar a su hermana’”. Sin tener cómo explicarlo, sintió que todavía no era tiempo de partir.

A los pocos días le escribiero­n de la clínica de Tijuana para que viajara a hacerse el tratamient­o de 21 días. Allí seguía una dieta vegana y tomaba pastillas de vitaminas y minerales que fabrican en el laboratori­o de ese centro médico. Regresó al país con los mismos tres tumores pero con una leve mejoría y más apetito. Hace un mes en Cartagena se hizo una ecografía abdominal para saber cómo iba su enfermedad y el médico le dijo que los tumores habían desapareci­do. Como no lo podían creer le repitieron el examen y volvió a salir que estaba sana. “Me arrodillé y le di gracias a Dios”.

El cáncer le afectó el hígado, pero al mismo tiempo le sanó el corazón. Dice que ya perdonó a las personas que atacaron a su hermano. “Han dicho que se roba los diezmos y que baila en la danza de los millones. Nosotros somos una familia trabajador­a, Migue vive en arriendo y mi sobrino no ha podido entrar a la universida­d porque no tienen plata. Yo le digo: ‘si hubieras apoyado el sí (al plebiscito de la paz) nada de esto hubiera pasado, pero como apoyaste el no’.

Se ha dedicado a orar, a agradecer cada momento de su vida y a ayudar a quienes le piden que los aliente con su testimonio. Con regularida­d la llaman pacientes o familiares a pedirle consejos. Hace unos días la paró una mujer en una calle en Cartagena y le contó que le acababan de detectar un tumor en el ovario. “Empezamos a orar y le dije: ‘Eres sana, si Dios lo hizo conmigo, lo hace contigo’”. Como dijeron los médicos, a ella la salvó un milagro.•

La iglesia Ríos devida, que lidera Miguel Arrázola, subió ayoutube un video de la Nena en el que da testimonio de su milagro que ya tiene más de 13.000 vistas.

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La Nena acaba de llegar de la segunda etapa de su tratamient­o en Tijuana que duró siete días y que pagó con un préstamo que hizo al Fondo de Empleados de Caracol. Se toma 37 pastillas diarias.
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 ??  ?? Con sus hermanos, el pastor Miguel, Marta y Alfredo, que fueron su soporte en este duro proceso. Ellos nunca perdieron la fe, trataban de hacerla comer y le leían pasajes de la Biblia.
Con sus hermanos, el pastor Miguel, Marta y Alfredo, que fueron su soporte en este duro proceso. Ellos nunca perdieron la fe, trataban de hacerla comer y le leían pasajes de la Biblia.
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Todos los días recibe mensajes en Twitter de televident­es de Los Informante­s preguntánd­ole cuándo va a volver y dándole ánimo para su recuperaci­ón.

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