MÁBEL LARA. CRESPOS CON RATING.
La presentadora de Noticias Uno asumió el riesgo de aparecer al natural en televisión, en una decisión que, sin proponérselo, la perfiló como activista de las mujeres afrodescendientes del país.
La presentadora de noticias, varias veces ganadora en los Premios India Catalina, se une a la tendencia mundial de dejarse el pelo al natural.
A través de las redes sociales, Mábel Lara, la presentadora de Puerto Tejada, Cauca, anunció que no volverá a alisarse en su vida: “Siempre he batallado con el estereotipo de la mujer que se alisa, he pasado por planchas y me he expuesto a tratamientos químicos para ‘verme mejor en pantalla’. Pero hoy di un nuevo paso. Me siento sin prejuicios, libre y poderosa con lo que soy”. Con esta decisión, la periodista se preparó para enfrentarse, una vez más, al despotismo social y la prevención que tienen muchas personas frente a los risos de las mujeres afrodescendientes. “Me han parado en la calle para decirme que me veo sucia y desordenada. Volví a exponerme a los comentarios insultantes de los que dicen que tengo el pelo malo”, afirmó la estrella de Noticias Uno y ganadora en la categoría de mejor presentadora en la reciente edición de los India Catalina. A los 15 años, cuando libró las primeras batallas contra los cachumbos que consideraba rebeldes, apareció el afán de imitar los estereotipos de belleza que desde entonces han aparecido en los medios de comunicación. “Todas son rubias. La industria se olvidó de nosotras, como si el mercado afro no genera miles de millones de dólares”, aseguró. Hace unos años se tiñó de rubio e incluso usó extensiones de pelo para seguir la corriente mediática. A finales de 2018 sintió que la agobiaba la moda de seguir lisa, lo que coincidió con un periodo de transformaciones personales y de transición profesional debido a su paso de Caracol Televisión al Canal Uno. En la nueva empresa, Cecilia Orozco, directora de Noticias Uno, alentó a la caucana para que retomara los crespos que lució en la adolescencia. “En algunos trabajos anteriores no me permitían llevar el pelo rizado. Asumo que lo hacían porque eran más tradicionalistas. Hoy los veo y siguen apegados al estereotipo de que las presentadoras deben hacerse el blower”, puntualizó la periodista. Cuando estaba en Caracol e hizo parte del equipo de enviados especiales a la Copa Mundo 2014, en Brasil, sorprendió a la audiencia con un look rizado, que en el fondo fue para disimular el deterioro que le generaron los alisantes y los secadores. Solo que el asunto no cayó bien entre los cibernautas que la seguían a diario en Instagram y Twitter. El cambio de imagen encontró resistencia entre las personas que le dijeron que parecía “una mujer vulgar y sin estilo”.
“Mi look afro es muy controvertido. Muchos lo elogian y a otros les parece que me veo desordenada”.
Mábel Lara, quien siempre ha sido valiente a la hora de asumir las críticas, no soportó el golpe que le produjeron las frases desobligantes y, con resignación, regresó a sus días de lisa. De esta manera le volvió a ver la cara al fantasma del racismo. No importaban sus logros profesionales ni su estatus de figura pública. En Cuba, mientras estuvo hospedada en el Hotel Nacional de La Habana, tuvo un roce con un guardia de seguridad, que la confundió con una ‘jinetera’, o prostituta que ofrece sus servicios en los sectores donde se concentra el turismo. “Me dijo: ‘Mira, chica, tú no puedes trabajar aquí’. Aunque la situación fue incómoda, procuré no victimizarme. Con mi esposo no tuvimos más remedio que soltar la risa”, aseguró. Sin ir más lejos, la estrella de los noticieros de televisión experimentó otros episodios de discriminación en Colombia, donde muchos estilistas se negaban a peinarla con el argumento de que “tenía el pelo chuto”. El look afro de Mábel corresponde, además, al boom del Natural Hair, el movimiento mundial que salió al rescate de los peinados de las mujeres afrodescendientes y que encontró eco en Hollywood, donde cautivó a las actrices negras Viola Davis y Lupita Nyong’o. Mábel le inyectó vigor a esta moda en Colombia, hasta lograr que muchas la imitaran, entre ellas una seguidora de Sahagún, Córdoba, que trabajaba como auxiliar de vuelo. El desenlace, sin embargo, no fue feliz: la decisión de la azafata generó malestar en la aerolínea y fue despedida. “Mi nuevo peinado se volvió un tema de resistencia. Debido a las características de mi raza jamás seré lisa. No puedo ser de otra manera”, dijo. La comunicadora dará otro paso, quizá más audaz que lucir crespa: “Me voy a rapar la cabeza. No quiero seguir los moldes o patrones de belleza que vemos en los medios y la publicidad. Por fin siento que soy Mábel Lara”.