PREOCUPACIÓN POR ERNST DE HANNOVER.

El alcoholismo del esposo de Carolina de Mónaco lo puso un mes en el hospital y ella tuvo que asumir su custodia para salvarle la vida.

A los 64 años, el esposo de Carolina de Mónaco sigue su lucha contra el alcoholismo. Estuvo hospitalizado con un coma inducido durante dos semanas y ella asumió su custodia para salvarle la vida.

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del príncipe Ernst al salir de la clínica Salzkammergut, en Gmunden, Austria, no dejó duda de su delicado estado de salud. Está muy delgado, frágil y pálido tras el colapso que sufrió por otro exagerado festín en su finca de Grünau, el cual le produjo inflamación del páncreas y hemorragias internas.

La abstinencia lo llevó al delirium tremens, que se manifestó con alucinaciones y pérdida total de identidad, según la revista Bunte de Alemania, patria de Ernst. Por eso estuvo en coma inducido durante dos semanas, tras las cuales pasó otras dos en desintoxicación y tratamiento psicológico.

El jefe de la casa real de Hannover, de la que descienden casi todas las familias reinantes de Europa, ya había alarmado a los suyos semanas antes de esta crisis, en los festejos de la boda de su hijo menor, el príncipe Christian, en Perú. Bunte asegura que una mezcla de pisco, whisky, hojas de coca y la altura de Cusco le produjeron un cuadro similar y estuvo en el hospital varios días.

Múltiples episodios de este tipo han puesto a Ernst en primera plana desde 1999, cuando su matrimonio con Carolina de Mónaco lo sacó del anonimato en que vivía, pese a liderar una dinastía tan ilustre. Desde 2008, los esposos están separados, pero en vista de que su precario estado puede causarle la muerte al príncipe, ella tomó su custodia, o sea que tiene el control de sus actos para evitar que incurra en los excesos que le han hecho tanto daño. La pregunta es qué tan conforme está Ernst con la decisión, pues él la acusa de haber conspirado con sus hijos para quitarle el manejo de una gran porción del multimillonario patrimonio de la casa de Hannover, el cual también le pertenece a la princesa Alexandra, su hija con el príncipe.•

Hoy Las imágenes más recientes de Ernst muestran los estragos del alcoholismo en su salud. Arriba en el centro, en la clínica austriaca donde fue tratado por pancreatitis, hemorragias internas y delirium tremens.

1999 Cuando se convirtió en el tercer esposo de Carolina tenía 45 años y lucía rozagante, aunque ya mostraba una fuerte propensión a la bebida, que dio al traste con el matrimonio.