Frank Delgado,
Un adicto al trabajo y a las buenas causas
Pensaba que todo estaba mal en Cúcuta: criticaba la falta de oportunidades, el mal gobierno, el desorden vial y la corrupción con el presupuesto público. No había nada, en sus términos, que pudiese solucionar esa visión que tenía de la ciudad donde nació, creció y se formó los primeros años de su vida. Un día, cuando volvía el mismo discurso sobre las críticas, logró entender que si no aportaba nada para cambiar ese panorama cucuteño no podría esperar que se creara un ambiente distinto. Así nació la fundación ‘Pensamiento Urbano’, una propuesta que estructura estrategias para la construcción de la paz, pero desde la arquitectura y el urbanismo. Su primera iniciativa fue reconstruir la vivienda a una familia que se encontraba en condiciones de gran vulnerabilidad en el barrio San Rafael. El proyecto fue exitoso. Después se creó ‘Innovación Ciudadana’, una segunda fundación donde también se proponen proyectos en los que buscan que la sociedad se una y participe por el bien común. Así iniciaron la segunda cruzada para entregar, al barrio Nueva Ilusión, un parque de 1.000 metros cuadrados con materiales reutilizados y apoyados en la unión de la comunidad. Allí lograron el apoyo de 40 empresas del sector privado. Los buenos resultados permitieron que cambiara el pensamiento de Frank Delgado Buendía, quien no solo se quedó en Cúcuta sino que se unió a sus amigos para promover un cambio en su generación. “Es empezar a despertar, a ser conscientes y a trabajar para llegar a construir la sociedad que queremos”. Ahora es un adicto al trabajo, a las buenas causas y a la felicidad que trae construir una sociedad incluyente, productiva y tolerante.